Escritos de un joven indecente (LV): Llamando a las puertas del cielo

Llamando a las puertas
Llamando a las puertas

Cuando llegue
el SILENCIO,
entre la fila
de féretros
con pálidas caras
que derramarán
LÁGRIMAS
al ver mi
ESQUELETO
pasar
sin retorno,
habrá
MUJERES,
DIOSAS,
amantes,
y poetisas
hermosas;
y serán
éstas
las que de VERDAD
sientan
mis huesos
en sus PECHOS.

Estoy llamando
a las puertas
del CIELO,
que es un páramo
repleto
de GOLONDRINAS
gorjeando;
danzando
entre la NADA.

Es ahí donde
no me sentiré
una carga,
donde la sangre
de mi SANGRE
será mi ÚNICA
sangre.

Me iré sin MIEDO
y sonriendo,
como a TODAS
ELLAS
les gustaría.
-«Tienes una sonrisa preciosa, marinero»-

Me iré contento
por haber
conquistado
CUERPOS
y corazones
VÍRGENES
de vírgenes
en el arte
de ENAMORARSE.

Me iré porque
la VIDA
se me queda grande;
porque me siento
satisfecho
con mis VERSOS,
los que me acercaron
a licenciadas
en Bellas Artes,
reinas árabes,
filólogas,
princesas
y escritoras
superdotadas.

Me iré
porque antes
de cicatrizar
mi ALMA
o renunciar
a CLAMAR
-¡Te amo!-,
prefiero
estar MUERTO.

Porque
me persiguen
los ochos horizontales,
los círculos
interminables,
las casualidades…

Porque me rindo
habiéndome ganado
a mí MISMO;
porque no quiero
atreverme
a hacer el amor
sin enamorarme,
porque me planteo
tener hijos
(yo que NUNCA
me consideraré
buen padre).
Porque necesito
CALMA
y me llama
cada mirada
de gata
a escribir
una nueva
historia.

Estoy llamando
a las puertas del cielo.
De momento,
Dios,
(que es una MUJER)
está revisando
mi currículum
de AMORES
y fracasos,
pero estoy seguro
que cuando
me abra
miraré atrás…
y no habrá NADIE.

Mi corazón,
mis manos
y mis sábanas
ya no son de NADIE,
pero pertenecen
a TODAS
las que me atrajeron,
pues escribí
con letras de oro
los VERSOS
más hermosos
en los CUERPOS
de las MUSAS
que no vieron
ni Pavese,
ni Picasso,
ni Alberti,
ni Neruda.

¡Sí!, ellos
fueron
estandartes,
referentes,
minotauros
del ARTE

y a mí SÓLO
se me recordará
(en la intimidad)…

como un hombre
de huesos
y CARNE,
como un «POETA»
que escribía
para intentar
salvarse
y aunque
no lo consiguió,
dejó
escritos
más de 88.888
VERSOS,
y
AMÓ
con más
PASIÓN
que todo el batallón
del Romanticismo junto

…pero con eso me basta.

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