Mi
CALAVERA
reflejada
en el opaco
espejo
que es
la hoja,
color
marfil,
impoluta
donde
la tinta
reguero
de los gritos
de los
CUERVOS
de mis adentros,
atrapados
por la cinta
corredera
de una vieja
Olivetti
delimitan
la silueta
del sujeto
inmortal
tendido
sin vida
en el suelo.
Su
NOMBRE
son los versos
y su cuerpo
es el POEMA.
Yo he visto
el rostro
de la belleza
de la muerte
en sus ojos.
La pasión
del pecado
mortal
en el deseo
de querer
ser
inmortal.
Las guerras
que se han
librado
en el pasado
y los caídos
por la gloria
del ateo
junto
a los delirios
de grandeza
que amamantan
la sinrazón
de su silueta
al descubierto.
He visto
lunas
menguando
en el planetario
que es su espalda,
una jauría
de cuervos,
una manada
de buitres
y la noche
ardiendo
en llamas
mientras
mis lágrimas
temían
hincarse
en sus labios
ávidos.
He visto
los restos
de los huesos
de polvo
y miseria;
“hombres”
sin versos
fracasar
en el intento
de arrancar
de su boca
el – Te AMOcondenatorio:
Mi tumba
y la fosa
común
de los
poetas,
mártires
ys
uicidas
que me precedieron.