Estoy
CLAVANDO
lagrimas
como
puntas
de
METAL
en mis
PÁRPADOS
y clamo
SILENCIO
a los
4 VIENTOS
para
que mi
ECO
resuene
en las sienes
de los
MUERTOS.
Sepultando
mi rostro
bajo
el color
burdeos
de un cuadro
con
herida
abierta
y escombros
en sus poros.
El
INVIERNO
de
FEBRERO
es el más
abominable
para
los
versos
que nacen
de entre
mis
esqueléticos
HUESOS
porque
éstos
hicieron
de la
GUERRA
y la
DERROTA
un lugar
donde
habitar
sin MIEDO.
Me confieso
de nuevo
(PINTURA:
manchas,
arrastres
y pigmento)
para descubrirte
que fui,
SOY
y
seré
YO,
el único
HOMBRE
que no miente
cuando
escribe
tu nombre
sin
mencionarte
en cada POEMA.
Pero
es demasiado
TARDE.
El OCASO
y su manto
de locura
me ha enterrado
más
allá
de la
NADA
para
apagar
la LLAMA
de la
hoguera
que
perpetúa
mi TORMENTO.
AHORA
me
embalsama
el SILENCIO
y el GRITO
ahorcando
los lirios
de mi
VOZ
vomita
la última
bandada
de CUERVOS
desde
el MANICOMIO
donde
los cuerdos
estudian
mi FRACASO.