Se abalanza
la incertidumbre
de la
TINTA
sobre
la página
incorrupta
como
el suicida
rezándole
a su
ÚLTIMO
aliento
antes
de
SER
cadáver,
resina,
huesos,
POLVO,
testamento.
Los
CUERVOS
atizan
punzadas
a la
MADRUGADA
y un reguero
de
LÁGRIMAS
se derrama
sobre
álamos,
musgos
y tierra.
El horizonte
de sábana
mojada
acaricia
la nuca
de un
CUERPO
deshojado
por el
PASADO
en forma
de retinas,
párpados
cerrados
y desdicha.
Un batallón
de VERDES
y asteroides
marrones
lloran
en la memoria
mientras
el manto
de ultramar
conquista
retinas
desvirgadas
en el
ARTE
de ser
AMADAS.
Me iré
AHORA
que los
CLAVOS
de mis
manos
y la
PAZ
de mi
ALMA
me permite
saludarte,
POESÍA,
con una sonrisa
en la
BOCA
pintada
con tu
NOMBRE.