El estilo escandinavo siempre derrocha luminosidad y es algo que tenemos que aprender mucho de ellos. Si tenemos toda la casa pintada de blanco y el suelo clarito, prácticamente ya lo tenemos todo hecho. Solo tenemos que llevar cuidado con la decoración, no sobrecargar las paredes y usar el color para los cojines, jarrones, láminas, etc., para la decoración.
El piso que os enseño hoy es de 60 m2, predomina el color blanco y el gris con pequeñas pinceladas de color para romper con la monotonía.
Yo he fichado algunas cosas como la alfombra de triángulos del comedor, el revistero de la cocina para poder tener cerca nuestras revistas preferidas y poder leerlas mientras desayunamos o colgar la ropa que más nos guste en la pared de la habitación y hacerla participar en la decoración de la casa.
Como veréis ahora, siempre podemos sacar muchas ideas de las viviendas de estilo nórdico. ¿Qué os parece este estilo? ¿Lo usaríais para decorar vuestras casas?
La interiorista Ana Pla Montesinos nos trae cada semana ideas frescas para decorar nuestros hogares y celebraciones atendiendo siempre a las últimas tendencias. Podéis leer sus artículos anteriores en este enlace, o pasar por su blog y disfrutar de muchas más propuestas.
El blanco y el negro (o el gris) son los colores más clásicos en decoración, son una fuente inagotable de ideas. Al usar el blanco y el negro en la decoración del hogar, el resultado final será elegante, y hará que las personas que lo vean se sientan deslumbradas, aunque si se abusa de esa combinación puede generar tensión. Por supuesto, esto no quiere decir que los dos tonos de color no se deban usar al mismo tiempo. Lo correcto es asignar correctamente la proporción de los dos colores. Por lo general, usando el color blanco como color principal y el negro como decoración parcial, crearemos un ambiente espacioso y divertido. Una alternativa a la pintura puede ser un papel pintado que combine tonos blancos y grises o negros.