¿Qué hacemos con los niños después de clase?
Con la vuelta al cole llega el momento de planificar el año y las rutinas de nuestros hijos. Después del colegio, la mayoría de los niños asisten a actividades extraescolares, se trata de una oportunidad para desarrollar distintas destrezas a las aprendidas en el aula y que permiten completar la formación y el desarrollo del niño a través de actividades deportivas, la música, actividades artísticas, la creatividad o el juego. Además de favorecer el aprendizaje de otras habilidades, las actividades extraescolares tienen numerosos beneficios en la evolución de la personalidad infantil, pues proporcionan un nuevo ámbito para las relaciones sociales del niño y le ayudan a ser más independiente, a la vez que elevan su autoestima por los logros conseguidos.
Según los expertos, es importante que el niño se acostumbre desde pequeño a realizar este tipo de actividades lúdicas para que cuando llegue a etapas más complejas en su desarrollo, como la adolescencia, tenga unas rutinas adquiridas que le ayuden a vivir el ocio de un modo más saludable.
Sin embargo, todos los efectos positivos de las actividades extraescolares pueden desaparecer si sobrecargamos a los niños con unas agendas tanto o más apretadas que las nuestras, ya que desaparece el tiempo para jugar y los niños se saturan, por lo que no es una cuestión para tomar a la ligera, ya que los casos de depresión y estrés infantil se multiplican cada año. Por ello, tanto nosotros como nuestros hijos debemos tener claro que las actividades fuera del aula no son una obligación, sino algo para disfrutar y lo mejor es que sea el propio niño quien decida qué tipo de actividad le apetece realizar más, dentro de las posibilidades que tengamos por horarios, precios, disponibilidad, etc.
No obstante, para elegir bien estas actividades podemos seguir los siguientes criterios.
– Motivación: El niño debe estar motivado para realizar la actividad extraescolar, sin que sea una imposición de los padres basándose en sus propios gustos o intereses, o incluso en lo que desearon hacer en su infancia sin conseguirlo. Por eso, en la medida de lo posible, conviene decantarse por disciplinas distintas o complementarias al colegio para que encuentre atractiva la novedad.
– Según sus propios gustos: Hay que escuchar al niño a la hora de planificar sus actividades extraescolares, aunque no siempre se puedan atender exactamente sus preferencias. Lo ideal es que las actividades sean consensuadas por padres e hijos. Eso sí, una vez elegidas, es importante que haya un compromiso por parte del niño acerca del tiempo mínimo que va a asistir a dicha actividad.
– Adecuadas a su edad y sus capacidades: Para que el niño no se enfrente a actividades para las que no está preparado, es fundamental elegir las extraescolares teniendo en cuenta su edad y sus habilidades. Empeñarse en apuntarlo a alguna clase para la que no tiene aptitudes solo provoca rechazo y frustración.
– No más de tres días a la semana: Es importante no saturar la agenda del niño con infinidad de cursos y clases extraescolares. Además de este tipo de actividades, cada día debe tener tiempo para descansar, jugar, estar en familia y hacer sus deberes. Los psicólogos aconsejamos que no se dispongan más de tres días con extraescolares en el calendario infantil.
– Pedir asesoramiento profesional: Las extraescolares pueden ser una muy buena oportunidad para trabajar algún ámbito que necesite refuerzo, ya sea en la parte académica o en relación a la personalidad del niño. Por ello, es bueno consultar con un profesional por si ve adecuada alguna actividad en concreto que pueda ser de utilidad.
– Combinar distintos tipos de actividades: Si el niño acude a más de una actividad, es aconsejable que sean variadas, es decir, unas deportivas, otras artísticas o recreativas para que de este modo pueda experimentar distintas experiencias que le ayudarán en su desarrollo.
– Tener en cuenta la logística familiar: Las extraescolares pueden elegirse considerando las necesidades logísticas familiares, pero no solo por ese motivo. Aunque los padres tengan horarios de trabajo complicados para conciliar con la vida familiar, no todas las actividades propuestas deben escogerse en función de este aspecto.
– Ni como premio ni como castigo: Las actividades extraescolares contribuyen al adecuado desarrollo integral del niño, por lo que no es recomendable considerarlas como moneda de cambio para posibles premios o castigos. Han de tener importancia por sí mismas y el niño debe entenderlo así, por lo que no se aconseja prescindir de ellas en caso de mal comportamiento ni, el extremo opuesto, obligar al niño a asistir a alguna como forma de castigo.
Cada vez hay más variedad en cuanto a actividades extraescolares se refiere, por lo que a continuación os proporcionamos un listado con algunas actividades y sus beneficios.
Actividades deportivas:
– Inculcan el gusto por un estilo de vida saludable basado en el ejercicio físico.
– Ayudan a mejorar la coordinación y la psicomotricidad.
– Amplían la tolerancia hacia la frustración.
– Desarrollan los sentimientos de compañerismo y superación.
– Si es un deporte de equipo, beneficia la socialización de niños con problemas o con timidez.
– Si es un deporte individual, refuerza el autocontrol en los niños muy activos o con agresividad.
Actividades de ocio y artísticas (pintura, baile, música, teatro, magia…):
– Favorecen la expresión de sentimientos.
– Contribuyen al desarrollo de la creatividad y de la imaginación.
– Potencian las destrezas manuales y la motricidad fina.
– Estimulan el gusto y la sensibilidad por disciplinas artísticas.
Actividades académicas (idiomas, inglés, matemáticas divertidas…):
– Refuerzan lo aprendido en el aula.
– Aportan conocimientos extra a niños con deseos de saber cosas nuevas.
– Apoyan a escolares con problemas de aprendizaje.
Además de la diversión, muchos padres y niños buscan en las actividades extraescolares una oportunidad para ampliar y reforzar conocimientos, entre otras habilidades. En la actualidad, el coaching también ha llegado a las actividades extraescolares por lo que en Gabinete Veintiuno ponemos a vuestra disposición un Programa de Coaching Infanto-Juvenil cuyo objetivo es reforzar y desarrollar al máximo el potencial y el aprendizaje de cada niño, así como proporcionar herramientas y estrategias para trabajar tanto a nivel escolar como personal, incluyendo modificación de conducta, habilidades sociales, autoestima, técnicas de estudio, etc…
Puedes solicitar más información en Gabinete Veintiuno, situado en la C/Padre Manjón nº 11, 5º Planta de Elda (Alicante), en info@gabineteveintiuno.com o en uno de nuestros teléfonos: 965056451– 636528404
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