¿Quién nos iba a decir que el color de una suela iba a poner en pie de guerra a dos de las firmas de moda más importantes del panorama fashion actual? Y es que, tras casi diez años presumiendo de ser una de las firmas de calzado más exclusivas y reconocidas del mundo por su característica suela de color rojo pasión, hace sólo unos meses Louboutin demandó a su paisano Yves Saint Laurent por copiar su ‘suela roja’, en teoría marca registrada desde 2008 y símbolo indiscutible de la firma, alegando que su supuesto plagio puede inducir a error al público comprador y le ha privado del “poder de controlar su propia reputación”.
La osadía del diseñador francés Christian Louboutin revolucionó el mundo de la moda cuando, en 1992, decidió pintar la suela negra de sus zapatos con un esmalte de uñas color rojo pasión.
En respuesta a su demanda de una indemnización de un millón de dólares y la retirada inmediata del mercado de los diseños comercializados por Yves Saint Laurent bajo los nombre de marcas ‘Tribute’ o ‘Woodstock’ en algunas de las boutiques de alta costura más exclusivas de Nueva York, el juez se ha pronunciado a favor del demandado al considerar que no se han vulnerado los derechos de marca del demandante.
Diseño de Yves Saint Laurent.
Al parecer, teniendo en cuenta que, según sus palabras, en la industria de la moda el color tiene funciones estéticas y ornamentales vitales para alimentar la competencia, el juez ha considerado que, aunque las suelas rojas de Louboutin son inconfundibles, no se puede aceptar que deban estar protegidas por la ley de marcas comerciales.
Un diseño de Christian Louboutin.
En su defensa, los abogados de Yves Saint Laurent aluden a un hecho tan obvio como que ninguna firma puede ostentar el monopolio absoluto de un color. ¿Qué me decís?, ¿creéis que Louboutin tiene todo el derecho del mundo a defender ‘a capa y espada’ la característica diferencial que lo distingue de su competencia como una firma única y exclusiva, o más bien os decantáis por Yves Saint Laurent y su defensa a ultranza de su libertad de elección del color de las suelas de sus zapatos?
Sea como fuere, se acabó el monopolio de la suela roja para Christian Louboutin. ¿Qué se le ocurrirá ahora para poder cobrar hasta 4.000 dólares por un par de esos preciosos y exclusivísimos zapatos?