La Fundación Dharma, que lleva más de dos décadas trabajando por y para la solidaridad, organiza este año, quinto consecutivo, un viaje solidario-turísticos a la India, para que personas ajenas a la fundación puedan ver ‘in situ’ las infraestructuras creadas por Dharma y que realiza gracias a las donaciones de los socios y empresas.
Este año el viaje solidario se realizará del 11 al 24 de octubre. La parte solidaria del viaje permitirá a los asistentes ayudar a la fundación a, por ejemplo, repartir comida a los más de 1200 niños que hay en los dos colegios que posee ésta, así como el transporte de material sanitario, ropa de invierno y material educativo que con sus equipajes deberán llevar. Por otro lado, la parte turística del viaje les permitirá ver las tres ciudades más importantes de la India como son Nueva Delhi, la capital, Agra y Jaipur. “‘Las personas que vienen con nosotros cuando vuelven les cambia la vida”, afirma Luis Pulido, director de la fundación, con sede en Mónovar.
El grupo sería de 24 personas, y por el momento, aún quedan 4 plazas por cubrir. Las personas que quieran ir no tienen que cubrir ningún perfil, se puede apuntar cualquier persona que haya pensado alguna vez en visitar la India y hacerlo a través de la fundación y realizar un viaje único e irrepetible, ya que la fundación les dará la oportunidad de involucrarse con su cultura, con su gente y disfrutar de lo que es verdaderamente es la India, afirma Pulido.
El coste del viaje es de 1870€, con hoteles, avión y transportes internos dentro de la India. Este año, al viaje se han unido tres personas de Elda y de Petrer. Si alguien está interesado aún se puede apuntar, hasta este viernes, llamando al teléfono de la fundación: 625.432.330. “Aunque no se completen las 24 plazas el viaje lo haremos, nosotros cumplimos con nuestra palabra”, puntualiza el director de la fundación.
¿Cómo ayudar eficazmente?
La Fundación Dharma se creó hace 12 años, aunque como ONG lleva 22 años trabajando en la India bajo el lema “Food for life” (‘Diez alimentos para la vida’). No sólo trabajan en la India sino en 11 países más de similares características a ésta. En el norte de la India, a 150 km de la capital nueva Delhi, en Vrindavan, Dharma comenzó repartiendo comida con una furgoneta debido a las necesidades que los habitantes de la India tenían y, en la actualidad, siguen teniendo.
No obstante, la educación infantil y la lucha contra el analfabetismo juvenil son unas de las prioridades de la fundación. La primera escuela se creó en el año 2000 con 43 niños y, actualmente, Dharma posee dos colegios, uno de primaria y otro de secundaria, que dan cabida a más de 1200 escolares en cada uno de ellos. Los programas educativos incluyen a niños y niñas desde los 0 meses hasta los 16 años, incluso, este último año, cuatro niñas han tenido acceso a la universidad. En estos momentos, la fundación tiene 140 personas hindúes trabajando en la misma, y asimismo, de manera temporal, también cuentan con la ayuda de voluntarios españoles que durante un mes o veinte días presta su ayuda a la fundación, por ejemplo, este es el caso de dos matronas y un ayudante que hasta allí se han trasladado.
Aunque la base de la fundación es la educación, Luis Pulido sostiene que “también trabajamos indistintamente con programas de integración social para la mujer concediéndoles microcréditos, programas sanitarios para ancianos, viudas y niños ciegos, la creación de cooperativas agrícola y textil, una panificadora, es decir, no sólo les aportamos educación y comida sino que también creamos puestos de trabajo”.
En cuanto a los medios económicos, la fundación se sustenta en base al dinero que consigue con donaciones de particulares y de empresas, aportaciones a través de apadrinamientos y de sus socios. En este sentido, Pulido aclara que “nunca han recibido ningún tipo de dinero del Gobierno ni de ninguna institución pública”.
No obstante, la crisis económica ha afectado a todo, el número de apadrinamientos de niños y niñas hindúes ha descendido un 30%, incluso también han descendido las donaciones.
La India, un país emergente
Cada día mueren en la India 5700 niños bien sea por malnutrición o por malaria. En este sentido, la India tiene más malnutrición que la África subsahariana. La fundación Dharma tiene claro lo que necesita el país, “lo que necesita es gente que la quiera ayudar, no todas las personas somos tan humanitarias como parecemos”. Debido a los problemas económicos la fundación ha tenido que paralizar las obras de una escuela-orfanato, de la cual únicamente se podrá utilizar la primera planta y que dará cabida a unos 300 ó 400 niños de 700 que, en estos momentos, se encuentran durmiendo en chavolas de plástico. Es coste real de esta escuela-orfanato es de 1.300.000€. Su construcción se inició gracias a las donaciones de unos empresarios de la construcción que fueron en el viaje solidario organizado por la fundación, aunque actualmente la construcción del mismo se haya paralizada, Luis Pulido espera que para 2011 el colegio- orfanato se finalice, aunque, por el momento, el día 22 de octubre se inaugurará esa primera planta que ya está acabada.
No obstante, la fundación necesita colaboraciones, donaciones, personas que apadrinen niños, que se hagan socios de la fundación ya que, añade Pulido, “todo ladrillo hace pared”.
La mujer en un mundo de hombres
La situación de las mujeres y de las niñas es la más difícil de todas. En todos los sentidos, la mujer es la más desfavorecida, las niñas con 12 ó 13 años ya están casadas y con 15 años ya tiene 2 ó 3 hijos, afirma el director de Dharma. El mayor problema con que se enfrenta la fundación es la dote de las niñas, es decir, las familias de las niñas deben pagar una dote cuando éstas se casan, conforme las niñas son niñas mayores sus familiares pagan más, por ejemplo, si la casan con 13 años pagan alrededor de 500€ de dote, cuanto más mayores más deberán pagar las familias, si las casan con 16 pagan 800€ y si es con 18 serán 1000€. Debido a los problemas económicos de las familias las casan a edades más tempranas. “Por este motivo hemos tenido muchos problemas ya que nos han quitado muchas niñas de nuestros colegios para casarlas”, añade Pulido. Por este motivo, la fundación Dharma destina 5€, de los 35€ que cuesta apadrinar a una niña, a una cuenta bancaria para la futura dote de las pequeñas, de este modo, los familiares no tienen que preocuparse por casar a sus hijas y así éstas “tienen la libertad de casarse cuando quiera y con quien quiera”, puntualiza Luis Pulido. Debido a la situación tan desfavorecedora de las niñas en la India, la fundación Dharma hace mayor énfasis en las niñas, de este modo, si la fundación da de comer a 4300 personas todos los días, más de la mitad son niñas o mujeres.
Buen articulo si señor.
Acerca de este viaje solidario, en mi opinión tratad de tener mucha precaución. Se realizan dos viajes a lo largo del año con la Fundación Dharma: Octubre y Semana Santa. La duración son de 15 días.
El año pasado realicé el mencionado viaje y en mi opinión dejaba mucho que desear por la dirección del mismo bajo la tutela de Luis Pulido (con título de director de la .
Otros compañeros comentaban que el mismo viaje había sido realizado por contactos suyos y recomendado bajo la dirección del presidente de la fundación.
Con nosotros vino Luis y dejó mucho que desear.
Empecé a interesarme por el viaje con tiempo y Luis siempre se mostró muy atento y comunicativo. Muy amable.
Pidió primero una señal. Después unos 90€ para realizar el VISADO, . Luis se iba a desplazar a una oficina en Cardenal Marcelo Spínola Madrid, desde ALicante, para realizar el visado de todo el grupo (unos 14).
Por diversos motivos, él no pudo tramitar mi VISADO y tuve que desplazarme yo personalmente, resultando el coste del VISADO muy por debajo de esos 90€ (creo recordar que unos 64€).
En ningún momento Luis nos indicó el desglose de esos 90€ para el visado. Posteriormente nos indicó que incluía un seguro de viajes de 14€ (muchos viajamos con nuestro propio seguro, porque nunca se nos mencionó que ya lo teníamos contratado. Este dato era verídico. Nos mostraron la póliza en vigor), y el resto era para desplazamiento en tren desde Alicante-Madrid y sus gastos de comida. Diferencia cuantiosa para 1 persona por 14 voluntarios que viajábamos.
Aquí ya empezo a ponerse oscura la cosa, aunque lo peor fue durante el viaje.
Luis apenas habla inglés. Parece que nadie le conozca en el colegio de Vindravan, pese a que él nos insitía en que llevaba 14 años yendo a India en este tipo de viajes.
Al entrevistarnos los voluntarios con el director del colegio, Luis nos dijo que él no era porfesor, y uno de los voluntarios le preguntó y el propio director indicó en inglés que a la vez era profesor de Inglés. Por lo que Luis desconocía el trato con el propio director.
Él elegía la tarifa de los rikksos de cada día. Variando considerablemente de un dia a otra, cada vez más cuantiosos y pese a que en el planning previo al viaje nos indicaba que el transporte ya estaba incluido. Él insitía en que eran familias pobres y todo dinero sería bien recibido, pero sin duda era innegociable la tarifa, generando posteriores problemas con los rikseros, puesto que a nivel particular y privado, luego nos pedían precios desorbitados, acostumbrados como estaban a las tarifas de Luis.
Éste desconocía la historia de los edificios, no explicaba nada acerca de la zona, ni de la forma de vida ni de la sociedad. Nos acompañaba otro guía indio, mucho más afable pero que lamentablemente no hablaba nada de español.
Luis nos dejó unos 2-3 días de camino a Delhi a la salida de Vindravan porque tenía que «arreglar algunas cosas de la Fundación». EN ningún momento se nos advirtió que no nos acompañaría a mitad de viaje.
Nos dejo con el otro guía local, con la dificultad para muchos voluntarios de comunicarse. Algunos enfermaron y tan solo una de las voluntarias, que era enfermera , se preocupaba por los enfermos, dada la ausencia de Luis y su preocupación por la visita de algún médico.
India es un país mágico y pese a que por primera vez visitarlo da respeto ir solo, mejor hubiera sido prescindir de la compañía de la Fundación DHarma.
Yo salí muy descontenta y tomé por desgracia algo de «manía» al país.
Pese a que los niños del colegio eran adorables y la gente amabilísima.
Sin duda el oscurantismo de la fundación es enorme, perjudicando a la supuesta labor solidaria que realiza.
Hubo momenros muy tensos en el viaje, se nos llamaba «mentirosos» o que «creábamos mal ambiente» a los propios voluntarios.
Muchos de éstos habían realizado el segundo pago en efectivo, sin recibir justificante por parte de la Fundación. HAY QUE EXIGIRLO.
Otros hicieron el 2º pago a Luis y a cuenta con su mujer, y no a nombre de la Fundación, con la excusa de que el presidente estaba en Chile abriendo otro colegio, y que Luis no contaba con firma para disponer de los fondos de la fundación. NO LO HAGÁIS. NUNCA LE PAGUÉIS A ÉL DIRECTAMENTE.ACASO ES DIRECTOR y no cuenta con poderes en la Fundación??? eso chocaba mucho.
Debéis dejar rastro de la operación que realizáis, puesto que la falta de transpàrencia es el lema de esta Fundación. No se sabe si evaden impuestos, si declaran menos ingresos o qué , pero el segundo pago siempre presentaba excusas y problemas en su legalidad.
No recomiendo en absoluto visitar la India con Fundación Dharma. En mi opinión no se contribuye al desarrollo del colegio y del dinero apenas queda trazo de a dónde va.
También comentar que en visita a Vindravan, se nos exigió una cantidad en euros
(unos 30€) para dar de comer de «manera especial» a los niños. El dinero se pedia en euros y no en rupias. Cosa que no entendíamos, puesto que la compra de la comida era inmediata.
No se mostraron facturas de esa compra y la comida tampoco parecía nada excepcional para los alumnos, salvo que al final se dieron regalos.
Apenas nos dejaron colaborar en bañar o cortar el pelo a los niños. Siempre era una visita pasiva. Lo cual producia frustración en los voluntarios, que quedaban como meros turistas.
Visitar la India SÍ
Con Fundación Dharma NO
Luis Pulido es una imagen nefasta para lo que la Fundación representa. Creó mucha desconfianza en el destino del dinero (unos 1.900€ en total pagados), la limpieza en la imagen de la Fundación y el oscurantismo SIEMPRE estuvo presente.
Espero haberos ayudado 😀
Superesclarecedor el escrito de Angelito9. Espero que Luis Pulido, tenga argumentos para defenderse, en estas páginas de tan duras acusaciones, porque si todo lo que cuenta Angelito es cierto, más que a la India, donde tiene que ir es a Fontcalent.
No dudo que la base de todas (o casi todas las fundaciones) es buena y pretenden ayudar a personas que lo necesitan. Pero lo que no he dudado nunca es en las personas que dirigen esas fundaciones, y otras personas de dentro de dichas fundaciones, no predican con el ejemplo de darlo casi todo, en pro del bien ajeno. Incluso ni dan ejemplo con el bien a su propia familia. De esto ya escribí algo hace unos meses, y con el comentario de Angelito9 veo que no estaba ni equivocado ni erraba mucho de la diana. Considero que esos dirigentes de la Fundación Dharma deben dar muchas explicaciones y, algunos de sus enfebrecidos seguidores, hacer cargo de conciencia, si la tienen claro.