Con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo (PE) que se celebran en España el próximo 7 de junio, Amnistía Internacional (Al) se ha dirigido a los candidatos y candidatas recordándoles que los derechos humanos deben ocupar un lugar relevante no sólo en el discurso europeo sino también en las acciones, programas y planes de la Unión Europea (UE). Por ello, les piden un compromiso público para que la Eurocámara utilice sus funciones legislativas y de control para priorizar los derechos humanos.
Para Amnistía Internacional, la renovación de la Eurocámara ofrece una nueva
oportunidad para trabajar sobre una agenda fundamental de derechos humanos que se aplique a lo largo de los próximos cinco años, basada en tres líneas principales.
La UE debe responder de forma apropiada a asuntos de derechos humanos dentro de sus fronteras. Además de ser una obligación, es una cuestión de coherencia. De lo contrario, la UE pierde fuerza y credibilidad a la hora de exigir responsabilidades por violaciones de derechos humanos en otros países.
El Parlamento Europeo ha tenido un papel destacado a la hora de abordar la responsabilidad de la UE y los Estados Miembros en las actividades ilegales de la CÍA, como las «entregas extraordinarias» en territorio europeo. Tanto la investigación e informe realizado por la Comisión Temporal, así como la resolución del pasado mes de febrero condenando las prácticas ilegales de la CÍA y apuntando a la complicidad de varios gobiernos al respecto, han sido cruciales. Sin embargo, ni los Estados de la UE, ni sus propias instituciones europeas han respondido adecuadamente a las recomendaciones de esta cámara.
Por ello, el Parlamento Europeo debe seguir esta dirección, apoyando acciones y políticas de promoción y protección de los derechos humanos, así como mecanismos de rendición de cuentas por abusos cometidos en la UE, no sólo en relación con el asuntos de los vuelos secretos de la CÍA, sino que también debe de tener una posición coherente a favor de la defensa y protección de los derechos humanos en materia de seguridad, inmigración y refugio, discriminación de todo tipo y exclusión de colectivos vulnerables en Europa.
Todas las relaciones de la UE con terceros países deben integrar una agenda clara de derechos humanos. El PE debe jugar un papel destacado para que en todas las cumbres, reuniones bilaterales, acuerdos económicos, estratégicos, misiones en el terreno, etc. los derechos humanos sean una parte integral de las discusiones.
La Eurocámara debe pronunciarse públicamente contra violaciones y abusos de derechos humanos en distintas partes del mundo, como hizo por ejemplo en 2008 condenando torturas y violaciones de derechos humanos en Egipto, y expresar su apoyo a activistas que en muchas ocasiones arriesgan su vida por su legítimo trabajo en defensa de los derechos humanos, tal y como hizo también en 2008 concediéndole el Premio Sajarov para la Libertad e Conciencia al defensor de derechos humanos chino, Hu Jia, actualmente detenido.
La UE debe destinar recursos financieros y humanos apropiados para cumplir con sus compromisos en materia de derechos humanos. El PE en su función de control y aprobación del presupuesto anual, que asciende a 130.000 millones de euros, debe asegurar que la promoción y protección de los derechos humanos y las políticas de lucha contra la pobreza dentro y fuera de sus fronteras con un enfoque de derechos humanos estén dotadas de recursos humanos y financieros suficientes.
Amnistía Internacional invita a que en el debate que tendrá lugar en los próximos días durante la campaña electoral se aborden las propuestas y acciones de las diferentes candidaturas para mejorar la situación de derechos humanos dentro de la UE y aprovechar su potencial para influir positivamente más allá de sus fronteras.