«Flotilla de la libertad»: la misión marítima más importante y peligrosa del mundo

A principios de la primavera en la ciudad de Turku, en Finlandia, el portavoz de la renombrada iniciativa “Flotilla de la Libertad”, Dror Feiler, anunciaba la compra del velero Estelle, un precioso barco de algo más de cincuenta mts. de largo y tres altos mástiles de unos de 15 mtrs.  Cubiertos por numerosas velas blancas, el velero, dedicado desde hace décadas al comercio justo, y su tripulación (16 tripulantes y miles de voluntarios),tienen por delante la misión más importante y peligrosa de todas las que surcan ahora mismo por cualquier mar del planeta:  romper el bloqueo marítimo que Israel ejerce desde hace años al pueblo palestino de Gaza.

El velero Estelle navega con la ilusión y el trabajo de miles de voluntarios.

Romper el bloqueo, en efecto, y llegar al millón seiscientos mil palestinos que viven en las condiciones más terribles que nuestra especie se está infringiendo a sí misma en todo el mundo. La franja de Gaza es lo poco que queda de costa  de  la nación de Palestina, donde se concentra la mayor densidad de seres humanos del planeta en las peores condiciones de necesidades básicas que nos podamos imaginar, y no hablamos solo de las físicas, donde las afecciones por el fósforo blanco bombardeado por Israel afectan hasta a los hijos que están por nacer, sino también y debido a la duración del conflicto y los métodos empleados de doblegamiento y humillación, de daños psíquicos.

Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza es, tristemente, de lo más inhumano del planeta.

Los objetivos y la misión en sí son la solución al problema, ya que no se trata sólo  de romper el bloqueo sino también el  de denunciar y concienciar a todo el mundo sobre la situación en la que se encuentran los palestinos. Esperamos, por tanto, que esta iniciativa sea una gran y persistente  llamada de atención, pero sobre todo una luz  de esperanza y libertad a los habitantes del punto más extremo de la  humanidad.

Hace ya más de un mes y medio que navega después de salir de Estocolmo, donde los países  nórdicos vuelven a dar el ejemplo que falta en otros lugares. Un épico viaje donde ha navegado por numerosas costas europeas hasta entrar en el  Mediterráneo, con una primera escala en estas aguas  en la localidad de Santa Pola,  donde numerosos  integrantes de  varios colectivos nos acercamos a darles la bienvenida.

Voluntarios de  la Asociación DRY tuvimos el honor de escuchar y conversar  con algunos de los organizadores, voluntarios  y colaboradores de la misión: les escuchamos hablar sobre la extrema situación de los habitantes de Gaza, del sanguinario bloqueo y sus consecuencias, del optimismo de su pueblo y de la razón de su lucha, de la devastadora  guerra que puede haber contra Irán y que ya comenzó en Siria,  sobre la necesidad que tenemos todos  de luchar contra las injusticias… Lo tienen claro, y  saben que si este año no lo consiguen al próximo lo volverán a intentar hasta que por fin termine la pesadilla que  roba los sueños de los palestinos. Nos transmitieron optimismo y coraje,  y casi al final de nuestro tiempo compartido con ellos, una mujer  responsable de la misión e integrante de la tripulación nos descubrió su doble batalla, la de colaborar para romper el bloqueo y la de concienciar a los habitantes de su país, Israel, pero esto por supuesto merece una reflexión y dedicación mucho más profunda que en breve les ofreceremos.

En el puerto de Alicante estará hasta mañana miércoles día doce donde se realizaran numerosas actividades, después partirán hacia Barcelona, Córcega, etc., hasta llegar, esperamos, a Gaza.

Estamos con ellos: su lucha por la libertad y la justicia es toda la humanidad y solo todos juntos lo podemos conseguir, ahora más que nunca debemos de exigir ¡basta ya!

¡Ánimo tripulación, ánimo palestinos, estamos con vosotros!!

 

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