El pasado 14 de abril, en el Congreso de los Diputados, el PP aprobaba la reforma sobre el aborto prácticamente en solitario; y no, no nos olvidamos del lamentable y vergonzoso error de Pedro Sánchez (PSOE), que también votó a favor. Esta reforma implica que las mujeres de 16 y 17 años no puedan interrumpir voluntariamente su embarazo sin el consentimiento legal de sus tutores.

Parece que queda lejos la dimisión del entones ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, el pasado mes de septiembre, tras el fracaso del Proyecto de Ley del Aborto del PP en el que intentaron retrotraernos a los años 80 con un proyecto que pretendía eliminar la ley de plazos y penalizar el aborto. El PP “rectificó”, sabiendo que aquello podría ser su muerte; pero tan solo unos meses después ha vuelto a la carga con esta reforma, censurando la opinión y decisión de las mujeres de 16 y 17 años. Todo ello para contentar al sector más conservador y retrógrado del PP, y también para contentar a parte del sector eclesiástico, esos curas y obispos que no pierden oportunidad alguna para hacer declaraciones machistas y misóginas; ellos, que parece ser que son expertos en partos y abortos.
Nos quieren engañar haciéndonos creer que es una “alarma social” el hecho de que las adolescentes puedan abortar sin el conocimiento de sus padres, madres o tutores legales; cuando, en realidad, tan solo un 0’4% lo han hecho. Pero aun si existiera esa “alarma social”, ¿de verdad cree el PP que coartando libertades y derechos puede solucionar el problema?

Lo que necesitamos es que se nos eduque en igualdad, que se nos eduque sexualmente, que se nos eduque para conocer nuestro propio cuerpo, que se nos eduque sobre los métodos anticonceptivos existentes, todo ello desde las Administraciones Educativas, y que no se nos pongan barreras desde ninguna Administración a este tipo de conocimiento.

Desde Izquierda Unida instamos a este gobierno a que atienda las verdaderas necesidades de la ciudadanía, resolviendo el paro, la violencia machista, atajando los desahucios o combatiendo la pobreza; estos sí son problemas de alarma social y necesitan una respuesta urgente.

Esta reforma supone un ataque a las mujeres y, además, un acto hipócrita; con 16 y 17 años somos lo suficientemente maduras y adultas para trabajar, pero no lo somos para poder decidir sobre nuestro propio cuerpo. Se nos infantiliza y se nos impone un paternalismo incoherente y absurdo. Con esta reforma se nos obliga a correr un riesgo innecesario, ya que nos toca recurrir a la clandestinidad poniendo en peligro nuestra salud y nuestra vida.

Las mujeres nos hemos convertido en una moneda de cambio para el PP con el propósito de ganar votos con el electorado más machista y misógino. Pero no nos van a callar, vamos a seguir reivindicando nuestros derechos y libertades, ya sabemos cuánto molesta al PP que las mujeres tengamos ideas propias y nos cuestionemos el lugar al que siempre hemos sido relegadas. Las mujeres no somos auténticas mujeres por el hecho de ser madres o no, como decía Gallardón; las mujeres somos auténticas mujeres cuando decidimos por nosotras mismas acerca de nosotras mismas, cuando tenemos igualdad de derechos entre hombres y mujeres, cuando somos feministas…

Por todo ello, desde Izquierda Unida nos oponemos rotundamente a esta reforma y volveremos a llenar las calles de clamor social contra este nuevo ataque a los derechos de todas las mujeres y a nuestra dignidad, en defensa del reconocimiento pleno de un derecho al aborto libre, público y gratuito para todas las mujeres, sin tutelajes de nadie ni de nada ajeno a las mismas. Volvemos a repetir una y otra vez: NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS.