España 25 – 24 Dinamarca

Quedan 20 segundos y España tienen posesión para deshacer el empate a 23. El combinado nacional trata de hacerle un aclarado a Entrerríos, pero la defensa danesa está muy encima y en el último momento, convierte el tiro en un pase a Cañellas, que lo dobla por su derecha. Esa era la jugada: Cañellas coge el balón y delante de dos defensores, a falta de tres segundos, lanza a portería. El balón entra por la derecha, a media altura. Suena la bocina: acaba el tiempo y la selección está en semifinales. Todo el mundo en el equipo, en el banquillo, saltan como locos y se abrazan como posesos. ¡Qué grande es el balonmano!  Menudo final para uno de esos partidos inolvidables, que hacen afición.

«Era una final anticipada, los dos equipos venían como un tiro, y la verdad es que ha acabado superando las mejores expectativas». Son las palabras de Juanjo Maestro, uno de los vecinos que más saben de balonmano, con quien hablamos apenas unos minutos después del final, y se le oye emocionado. «España ha ido de menos a más en este Mundial, y a pesar del potencial danés en ataque -la mejor selección, acaso, hombre por hombre-, los nuestros han sabido encontrar soluciones a cada una de sus acometidas, con una defensa muy versátil. Gedeón, por cierto, un muro en el centro junto a Viran Morros, ha estado fino, fino. Bloca tiros, corre el contragolpe -ha hecho un gol hoy en esta suerte-, se anticipa, saca a los pivotes de su zona… Es un espectáculo».

«La clave, para mí, ha sido comprobar el crecimiento de este equipo, cómo ha madurado. Antes, estos finales apretados los perdíamos, pero ahora tenemos esa confianza, esa madurez para saber manejar los tiempos. Y ver cómo se mueve el balón, cómo jugamos… España tiene buenos lanzadores, pero no los mejores, así que tiene que mover el balón, jugar colectivamente. Como equipo, como colectivo, España es con mucho el mejor equipo del mundo», reflexiona Juanjo.

Para los que no lo hayan visto, señalar que el partido ha sido igualado, igualadísimo. La primera parte acabó en empate, y ningún partido en todo el partido ha sido capaz de irse más de dos goles. Ha sido, pues, toda una batalla que abre a España la lucha por las medallas: en semifinales le espera Francia (este viernes a las siete de la tarde), favorita al título, en otro partido, seguro, de infarto. «España es la selección que más jugadores usa, hasta catorce, todos con minutos y sintiéndose importantes», explica Maestro, «y esto puede ser decisivo en estos partidos, en los que empiezan a pesar los minutos del Mundial. Veremos, y la igualdad es máxima, pero España está haciendo un Mundial de altura».