«Nos sentimos toreados y engañados», exclamaban hace unos días desde La Asociación de Amigos del Perro de Petrer “Apropet”, en referencia al equipo de gobierno. Desde el colectivo, de reciente creación pero muy activo y con un creciente número de asociados, explicaban que siguen a la espera de que su propuesta de parque de esparcimiento para perros vea la luz y temían que el ayuntamiento quisiera darles gato por liebre –pueden leer la noticia aquí– después de múltiples reuniones, cada una con un nuevo inventario de excusas del Partido Popular de Petrer: «Su estrategia es usar imprevistos, a priori, ajenos a ellos, para justificar la no ejecución».

Pues bien, hoy el portavoz adjunto del Equipo de Gobierno, Óscar Payá, ha querido salir hoy a censurar las críticas del colectivo local: «Sus planteamientos y descalificaciones están fuera de lugar». El edil ha explicado que «ha existido un escollo burocrático» y ha reiterado su repudio a la opinión del colectivo: «Las acusaciones y el tono utilizado es inadmisible».

La zona de esparcimiento canina, prevista para comienzos de verano del año pasado, sí tiene interés para el equipo de gobierno y como muestra de ello, ha explicado Payá, “la partida presupuestaria para esta actuación que estaba consignada en 2014, se mantiene ahora en 2015 porque nuestra intención es que se haga cuanto antes». El ayuntamiento ha proyectado la zona en la ladera de la Rambla que va, desde el puente junto al cementerio hasta la zona de San Rafael. «No se ha podido hacer antes porque el titular de la Rambla es la Conferencia Hidrográfica del Júcar (CHJ) y las gestiones se han dilatado más de lo esperado”.

Ante lo que cuenta la asociación sobre lo vivido en una reunión en el ayuntamiento, el concejal Payá les acusa de mentir: «No es cierto que el Ayuntamiento haya dicho que no se va a hacer cargo de la limpieza y mantenimiento del parque de perros, ya que, es un espacio público, y adecuaremos y mantendremos la zona, pero», ha acabado por conceder, «como no es un pipi-cán, sí que apelaremos al civismo y responsabilidad de los usuarios para que ayuden a su mejor conservación”.

Payá ha lamentado las críticas: «Es un proyecto consensuado con APROPET, ellos nos hicieron la petición y la aceptamos porque un parque para perros era una carencia en la población y entendimos que era necesario llevarlo a cabo y les pareció muy bien». E incluso, ha señalado que este parque para perros, «no es el único compromiso que se adquirió de las peticiones de APROPET, ya que hemos construido nuevos pipi-canes como los del párking junto a la Estación de Autobuses; hemos instalados más de 50 dispensadores de bolsas para la recogida de excrementos y hemos ido instalando cartelería en parques y zonas abiertas que permitan el paso de animales con sus dueños y recuerden la obligación de recoger las necesidades que puedan llevar a cabo”.