Más de 70 voluntarios se movilizaron hace unos días para recoger 180 bolsas de basura industriales en la rambla de Puça. Un esfuerzo importante y loable que dignificó el aspecto y ecosistema de un trecho de la rambla, pero lamentablemente no es el único espacio que, en la periferia entre la ciudad y el campo, sufre de acumulación de basura y suciedad.
Una vecina de la localidad, Carmen Herrero, nos ha pasado unas fotografías recientes, del pasado fin de semana, en el que se ven algunos de estos puntos negros de Petrer.