Las inundaciones son una de las catástrofes naturales que mayor número de víctimas causan en el mundo. Se ha calculado que en el siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es más de la mitad de los fallecidos por desastres naturales en el mundo en ese periodo. En España son un grave problema social y económico, sobre todo en la zona mediterránea y en el Norte.
Las inundaciones son el desastre natural con más impacto sobre vidas y bienes en la Península Ibérica. Según Protección Civil en España hay 1398 puntos conflictivos en los que suele haber periódicamente importantes inundaciones.
En el Sureste peninsular, los episodios de lluvia torrencial que precipitan en régimen tormentoso causan la crecida de ramblas y barrancos, que trae consigo la destrucción de infraestructuras, anegación de campos e inundación de tramas urbanas.
Ante esta situación, sería conveniente adoptar una serie de medidas para minimizar el riesgo relacionado con las inundaciones y paliar sus consecuencias. Entre estas medidas se pueden tomar las predictivas, las preventivas y las correctoras.
Todas ellas necesitan la realización de un estudio de riesgo de inundaciones, dentro del cual es fundamental la elaboración de un exhaustivo estudio hidrológico, como paso previo a la ejecución de la cartografía de riesgo.
Los objetivos que que he pretendido alcanzar con mi Trabajo Fin de Carrera, que este artículo resume, han sido exponer una metodología para la elaboración de los estudios de riesgos de inundaciones, concretamente se han tratado las partes correspondientes al estudio hidrológico y al análisis de la ocupación antrópica. Y aplicarla a una zona concreta como es el caso de las ramblas de Elda y Petrer.
Concretamente, el análisis del riesgo de inundación se ha realizado en los cauces principales de cuatro ramblas que desembocan en el río Vinalopó. Dos de ellas desembocan en el margen derecho del río como son las ramblas de El Sapo y de La Melva y las otras dos ramblas desembocan en el margen izquierdo del río como son las ramblas de Puça y de Bateig.
Muy interesante lo que cuentas, a ver si los que mandan se ponen las pilas en materia preventiva y se crean mayores infraestructuras para aprovechar el agua de la lluvia torrencial