Durante las 142 páginas de la exhortación apostólica, Evangelii gaudium (“la alegría del Evangelio”), su primer gran documento, Francisco dibuja de forma muy nítida la hoja de ruta de su pontificado: “es necesaria una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están». El Papa anuncia una reforma de las estructuras de la iglesia y «una conversión del papado» para que sea «más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle.