Para las 19:30 horas del día de hoy, grupos ecologistas de todo la provincia han previsto una reunión en la sede local de Izquierda Unida en Monóvar, en la que se debatirá sobre el proyecto de instalación de una incineradora en el polígono industrial El Pastoret, una ubicación que queda a dos kilómetros del centro urbano de Monóvar y a cuatro del de Elda. Han confirmado su presencia a esta reunión el grupo ecologista Heliaca, la asociación Mosaico, una de las de mayor tradición eldense, y los alicantinos de Ecologistas en Acción, de quienes se espera una charla sobre el asunto.
La incineradora, de la firma Global Pasma Valencia, ha sido fuente constante de polémica desde que se supo de su proyecto de implantación, tal y como había pasado con una propuesta similar que ya se hizo en 2003 en la misma Monóvar y en 1995 en la localidad de Elda. La incineradora transformará en energía eléctrica los residuos de la industria del calzado y el curtido, algo que ha alarmado a gran parte de los vecinos, pues son conocidas las dioxinas cancerígenes y los gases contaminantes que se generan con la combustión debido a los múltiples productos químicos que llevan los componentes y materiales de estas industrias. No obstante, responsables de la empresa instaladora, Solena Group, llevan semanas reuniéndose con asociaciones, políticos y vecinos explicando la técnica que emplean para el trabajo, denominada arco de plasma, de última generación, que evita todos estos inconvenientes. Según han expuesto, se trata de un proceso de gasificación en el que se someten a los residuos a temperaturas de 3.000 grados sin apenas oxígeno, lo que genera un gas de síntesis semejante al gas natural, a partir del cual se procesa la energía, por lo que la denominación correcta de la instalación sería la de planta productora de gas.
Sin embargo, han trascendido otros detalles sobre el proyecto sobre los cuales los vecinos ponen ahora su punto de mira, como el elevado consumo de agua de la instalación, 110.376 metros cúbicos anuales -nada menos que un 8% del consumo anual del municipio-, o el hecho de que la capacidad de la planta se haya proyectado en 120.000 toneladas de residuos al año, cuando la zona, según cálculos de asociaciones y grupos ecologistas, no sobrepasa las 20.000 toneladas anuales. Son informaciones inquietantes que esta tarde serán estudiadas por los grupos ecologistas; reunión en la que seguramente decidan una postura común frente al proyecto. El gobierno local, presidido por el popular Salvador Poveda, ya advirtió a la empresa que votarían en contra a la menor duda, pero recientemente el diario Información reveló que el proyecto había sido aprobado provisionalmente por el mismo gobierno el año pasado.