El valle del Vinalopó ya tiene su gran historia en la cima del Naranjo de Bulnes

Como emblema nacional del alpinismo, el Naranjo de Bulnes, coronado por primera vez en 1905, ha dejado una centenaria historia de relatos humanos y deportivos.  Esta fotografía desde su cima, de hace unos días, nos permite una nueva y hermosa narración que tiene su origen en el valle.

"Descansemos y brindemos por la amistad que se forja en las montañas pues, como ellas, quiere ser eterna" (cita de Juan Manuel Maestre).

Ondeando la bandera de Cuentamontes (con el titular «cultura montañera»), de izquierda a derecha tenemos a Juan Manuel Maestre Carbonell, Bernabé Aguirre y César Pérez de Tudela. El primero, el amigo Manolo, es uno de los principales motores culturales del valle, que en estos últimos años ha añadido a su condición de pionero del alpinismo y de los medios de comunicación una entusiasta y encomiable labor desde la presidencia de Cuentamontes. La asociación, que comenzó apadrinando un concurso de relatos montañeros, ha ido ganando nuevos horizontes y es hoy una referencia nacional en cultura montañera. En 2012, por ejemplo, publicó más libros que el ayuntamiento de Petrer y nos trajo, entre otras propuestas, una espectacular charla en el Otoño Cultural de CaixaPetrer que contó con los otros dos protagonistas, Bernabé Aguirre y César Pérez de Tudela.

Bernabé Aguirre, en el centro de la fotografía, es una institución en el prestigioso grupo de socorro en montaña de la Guardia Civil, ostentando el récord de ascensiones a esta montaña con casi 600, por todas sus caras. El periodista y escritor César Pérez de Tudela –con su última obra editada precisamente desde Cuentamontes– popularizó en los setenta el pico en todo el país, con una ascensión televisada en pleno invierno. Y allí están, los tres, cumpliendo un sueño que se gestó aquí, ¡qué grande es comprobar que las buenas obras y el buen trabajo tienen su propia recompensa! Juan Manuel Maestre, en un texto que publicó en las redes sociales, lo cuenta así:

«Valió la pena esperar tantos años para guardar en mi retina y en mi corazón el recuerdo perenne de una magnifica ascensión. Nunca hubiera imaginado tener por compañeros de cordada a estos dos Quijotes de la montaña. Uno dio a conocer mejor que nadie este pico que es símbolo del alpinismo español y el otro mantiene el récord de escaladas a su cima por todas sus caras.

Pero por encima de todos estos datos históricos y contables, me quedo con las personas; con sus corazones de alpinistas impagables. Compartir con ellos una cuerda ha sido un honor y una satisfacción difícil de superar. La bandera de CUENTAMONTES que estrenaba aquí su nuevo lema CULTURA MONTAÑERA SIN FRONTERAS, no pudo tener mejores padrinos, por historial montañero y literario.

En la cima alcanzamos a Fernándo Calvo, uno de los guías del Naranjo de más prestigio y un chaval encantador. Desde la cumbre de nuestro montañismo un recuerdo para la otra bandera de CUENTAMONTES que viaja en las mochilas de nuestros amigos de la Asociación de Alpinistas con Cáncer y ya han alcanzado el campo III en el Pico Comunismo. Toda la fuerza y energía desde aquí. Suerte amigos.

Buena gente la que encontramos en pared. Jóvenes y avezados escaladores que son la promesa del futuro.

En fin, lo dicho, INOLVIDABLE página para mi memoria personal, pues cumplí el deseo de hacerme acompañar de los recuerdos de mis más queridos camaradas que se quedaron en el camino, en especial quien fue mi primer compañero de cordada que nunca pudo subir a este pico del que tanto hablamos. El otro mosquetón vino conmigo amigo.

Descansemos y brindemos por la amistad que se forja en las montañas pues, como ellas, quiere ser eterna.

Hasta siempre Urriello».

 

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