«En abril de 2004, en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), se hizo público que las sierras de los términos municipales de Castalla, Petrer, Sax, Onil, Banyeres y Biar quedaban incluidas dentro de la Zona 15 del Plan Eólico Valenciano, amenazando rincones de enorme valor ambiental de todos estos municipios, acaso sus espacios más emblemáticos.
Ante esta resolución, la asociación ecologista de Castalla “Natura i Gent” y el germen de la futura Asociación de Amigos del Valle de L’Avaiol iniciaron una de las movilizaciones sociales más importantes de los municipios afectados, creando la denominada “Coordinadora de Associacions per la Natura”. Esta Coordinadora estudió a fondo el Plan Eólico Valenciano sospechando que los criterios de ubicación de los parques eólicos no respondían a criterios ecológicos ni técnicos (número anual de horas de viento, orientación de los vientos predominantes, etc.) sino a criterios económicos y de rentabilidad empresarial motivados por las ventajosas subvenciones que por entonces otorgaba la Unión Europea, dejando su utilidad o productividad al margen.
Tras el estudio, la Coordinadora demostró que los informes de viento aportados por las empresas eran falsos y se limitaban a cortar y pegar datos de otras zonas con unas realidades completamente diferentes. Además, los Estudios de Impacto Ambiental presentados no tenían rigor ecológico.
La conclusión a la que se llegó fue que los parques eólicos son instalaciones industriales de un impacto medioambiental gravísimo. Además, su ubicación, tal y como estaba planteada en el Plan Eólico Valenciano para nuestra región, era completamente errónea debido a la inexistencia del recurso eólico en cantidad suficiente y por la elección de lugares con un altísimo valor paisajístico imprescindibles para el esparcimiento de la población local y alicantina.
Ante estas circunstancias, los Ayuntamientos de Petrer, Elda, Castalla, Sax, Onil y Bañeres realizaron sesiones plenarias para tratar el tema y en todas ellas, por unanimidad,se mostró disconformidad con las ubicaciones elegidas.
Esta situación tuvo como resultado una gran movilización ciudadana que consiguió recoger 15.000 firmas con sus alegaciones jurídicas correspondientes. Defendían que no querían el modelo de energía eólica propuesto y que las sierras debían seguir conservándose tal y como lo habían hecho nuestros antepasados a lo largo de siglos. No podían sufrir ninguna agresión y menos aún en nombre de la ecología. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Petrer decidió tramitar una propuesta a la Generalitat Valenciana para la declaración del conjunto montañoso como Parque Natural. Las principales alegaciones que aportó la petición del Ayuntamiento fueron: la notable diversidad de comunidades vegetales existentes, representación del tapiz vegetal de toda la provincia de Alicante, la presencia de una rica y variada fauna, la existencia de una gran cantidad de elementos de ingeniería tradicional y equipamientos de alto valor etnográfico, la singularidad e imprescindible mantenimiento del sistema agroforestal tradicional alicantino, la gran superficie de suelo público existente y el alto grado de amenaza que podía suponer un crecimiento no regulado de urbanizaciones en las partidas rurales.
Y como la unión hace la fuerza, el tiempo les dio la razón y la propia Conselleria deMedio Ambiente acabó rectificando y reconoció el valor ecológico y paisajístico del territorio. En 2006 inició los trámites para aplicar a parte del territorio la figura de Paisaje Protegido, que finalmente fue regulada por Decreto en febrero de 2007. A esta protección se le sumó, dos años más tarde,en 2009, la de ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves), que también incluye a la sierra de Biar.» (Texto extraído de Fauna Vertebrada – Guía del Paisaje Protegido Serra del Maigmó y Serra del Sit»).
En el vídeo, un recorrido por aquellos días, por aquella lucha…