Este artículo, y otros que vendrán del estilo, no trata tanto de señalar rutas o resultar una guía para senderistas, sino más bien de señalar hitos o puntos de interés, ya sean históricos o actuales, en pequeñas zonas y recorridos. Comenzamos con la subida al Alt de Molares, situado en el extremo norte de nuestro término, el Alt de Molares (1.052 m) es el punto más alto del Xocolate.
La subida al Alt de Molares por el Barranc de Castella nos va a permitir darnos cuenta de que este, hoy angosto y salvaje barranco, estaba totalmente cultivado y dominado por la mano del campesino en tiempos pretéritos.
Entramos al barranco propiamente dicho, saliendo desde la casa de Segaisa (Hostal Rural Puerta del Agua), y ascendemos por un camino entre chalets y al llegar frente al último giramos a la izquierda y nos dejamos caer por una pequeña senda a la “rambla”. En menos de cincuenta metros, se estrecha la “rambla”, convirtiéndose en verdadero barranco. Atravesamos un paso, encajado entre “el Comisari” a la izquierda y el Alt de la Creu a la derecha, provisto de cable (a modo de “mini vía ferrata”).
Veremos a derecha e izquierda, flanquendo el barranco, verdaderas obras de arte materializadas en ribazos de piedra seca sobre roca desnuda, de hasta casi cuatro metros, que nos enseñan cuán dura y laboriosa debió ser su construcción. Bastantes almendros secos de gran porte permanecen aún impertérritos al paso del tiempo y a las periódicas avenidas del barranco.
Siempre ascendiendo por el cauce del barranco, dejaremos a la izquierda primero la Manqueta y después els tres morrets dels Altets dels Gegantets,
Seguimos ascendiendo, tendremos ahora a la izquierda (al norte) la “Recará del Fardatxo”, y a nuestra derecha la ombría de la Cova del Llinterner.
Seguimos, ahora nos desviamos hacia la derecha hacia el racó de la cova de tía Estebana. Visitamos la legendaria cueva, con los bancales de cultivo abandonados delante de ella y volvemos, otra vez , al barranco; seguimos ascendiendo y ya tenemos a nuestra derecha la “cordillera del Ferrer”, poco antes de llegar a la “ ombria dels cavoietes” por donde ya cogemos una senda que nos lleva directos, salvando un pequeño collado, a la cumbre del Alt de Molares.
Desde aquí la vista se nos pierde en el horizonte. No lo describo vale la pena subir a verlo.
Bajaremos desde el Alt de Morales por la senda, que en gran parte discurre sobre roca, que recorre la cresta del Xocolate, y a la altura del Alt de la Creu, nos desviaremos un poco, hacia el noroeste, y haremos una breve parada en la cavoieta del Ferrer, teniendo a nuestros pies inmediatos el valle de Caprala, al cual llegaremos, en el último tramo, por un camino muy erosionado, producto de las famosas “prospecciones petrolíferas” de los años 70.