«Fuga teatral» fueron las palabras usadas por el portavoz del Bloc, David Navarro, hace unos días, criticando el importe de las tasas municipales para el uso del teatro, que estaba desviando la producción teatral a otras poblaciones.  El concejal de Cultura, José Miguel Payá, ha respondido a estas acusaciones, asegurando que las únicas cancelaciones de este año han sido debidas a enfermedad de los organizadores en un caso, y a no cumplir las expectativas de venta anticipada de entradas en otro.

“Como responsable de Cultura estoy muy satisfecho con las modificaciones de estas tasas municipales, porque no tienen afán recaudatorio, ya que son las únicas realizadas a la baja”, ha asegurado Payá. En efecto, de todas las tasas, éstas han sido las únicas que han bajado en su cuantía, pasando de 600 a 400 euros el alquiler del Teatro Cervantes para profesionales ajenos a la población con ánimo de lucro, y 200 euros para asociaciones y organismos locales. No obstante, es también cierto que las asociaciones y organismos locales comenzaron a pagar en 2011, incluso cuando el ánimo de lucro de la función es para un fin social y solidario, lo que en su día despertó muchas críticas. De no haber cobro de entradas, «apenas hay que afrontar  el pago a la SGAE, y el personal para la apertura de la instalación”, ha explicado Payá. Asimismo como novedad, “antes no se podía ceder espacios con venta de entradas que no fuera el Teatro Cervantes, ahora hemos ampliado la oferta al Centro Cultural y Horno Cultural a la mitad de precio que el teatro, pero sólo cuando se venden entradas”.