Andábamos este fin de semana dando un paseo por la zona de la Frontera cuando vimos caerse, cerca de la estación de autobuses, a una señora mayor. Desde la lejanía había parecido una caída fortuita, sin más, pero cuando nos acercamos a ayudarla, pudimos comprobar que había caído por irregularidades en el firme de la acera.
En efecto, y en la calle poeta Paco Mollá, se ha hundido parte de la acera frente a la tienda de electrodomésticos, y los vecinos cuentan que la señora «no es la primera que se cae». El consistorio conoce el problema y es de esperar que en los próximos días actúe el departamento de mantenimiento correspondiente.