Valiente iniciativa la que se vivirá en un restaurante de Elda en la segunda quincena de septiembre: si no te gusta lo que has comido, no lo pagas -tal cual-. Ese mensaje de «garantía de satisfacción» lo habíamos visto en otros productos y sectores, ¿pero que lo admitan tras dejar migajas del bizcocho casero bañado en café estilo irlandés con cobertura de chocolate que acaban de servirte? «Algunos amigos nos dicen que estamos locos», escribe nuestro protagonista, Cabalta Restaurante, en su cuenta de Facebook.
Pero no: la iniciativa ni es un suicidio empresarial ni una estrategia de marketing. Es, simplemente, confianza en el trabajo que uno realiza. Confianza en que hay espacio para nuevas propuestas culinarias y de ocio. Confianza en los buenos ratos que se producen entre amigos, un buen vino y mejores viandas. «Lo que de verdad esperamos es que los vecinos se acerquen y nos conozcan», cuenta Baltasar Pastor, copropietario junto a su mujer Nuria Martínez y su hijo Ángel.
Ubicado desde hace unos pocos meses en la Plaza Mayor de Elda, Restaurante Cabalta es la expresión última de una larga carrera como restauradores de sus dueños, que ya gestionaron un exitoso local en Carboneras. Su experiencia aporta al restaurante eldense gusto por la alta cocina y vinos de gran calidad: concretado, por ejemplo, en un lomo de atún negro, con salteado de verduras y salsa alicantina, acompañado por un rioja de 2004. ¿El precio? Más o menos, el medio de una cena con queso frito, patatas bravas y un montadito. «Son precios populares, que nadie se equivoque», explica Baltasar, «la idea es introducir otros platos, una comida mediterránea con un toque del sur, ya sean recetas tradicionales o de autor, y hacerlo de una manera y por unos precios que permitan a la mayor cantidad posible de gente degustar nuestra propuesta».
Una propuesta para los sentidos
La revolución de Cabalta no se queda en un eslogan, y han preparado toda una experiencia alrededor de la idea, a la que han llamado «Menú degustación otoño 2012». Por 24 euros, ocho platos individuales y tres vinos de selección con los que el comensal pone a prueba sus cinco sentidos a través de un juego de seducción gastronómico, manteniendo siempre la promesa de la no retribución de los platos que no agraden.
Así, el comensal interactúa y opina sobre cada presentación, aspecto, aroma, textura y sabor, para decidir si le parece o no un buen plato. «Tenemos muy presente la importancia de una opinión personal y sincera de nuestros clientes. Además, queríamos presentar nuestra nueva carta de una forma distinta y atrevida, tal como es nuestra cocina», aducen también como razones de la singular iniciativa desde el negocio. Baltasar añade, convencido: «ofrecemos también buenos tapeos, hamburguesas caseras y otros platos en nuestro bar y terraza, queremos presentar nuestra carta de una forma especial, y dando lo mejor de nosotros».
Ingenio y confianza en la valía personal son sin duda activos valores en tiempos de crisis. Importante también es darle voz y voto a los consumidores, que la valorarán -nunca mejor dicho- en última instancia Para los interesados, esta degustación se podrá realizar del 15 al 30 de septiembre, de lunes a viernes, y previa reserva en su establecimiento de la Plaza Mayor de Elda.
Buena propuesta que tendrá éxito,….., no es normal la propuesta pero en momentos difíciles propuestas arriesgadas.
¡Olé! Por los innovadores y atrevidos en tiempos de crisis.
Suerte.