El robo de combustible, como informábamos recientemente, ha sido una de las plagas delictivas de este verano en la ciudad. Ayer mismo se producía otro caso en Reyes Católicos en un vehículo particular y esta misma mañana ha llegado una nueva denuncia a la Policía Local por la misma cuestión, el robo del combustible. Hablamos, entonces, de una docena de casos y más de mil litros de gasoil birlados.
Esta ola delictiva quizá haya llegado a su fin. La Policía Local, que en verano del año pasado ya detuvo a tres personas por estos hechos -pillados in fraganti-, identificó ayer de madrugada, en la calle La Mancha, «a un ciudadano en actitud sospechosa en vía pública», tal y como reza el informe. Siguiendo la Ley de Seguridad Ciudadana en prevención de actos delictivos, los agentes locales intervinieron útiles para la sustracción de combustible que el sujeto portaba consigo y lo identificaron, «dejándolo marchar por no tener nada pendiente». Tras ello, notificación al Cuerpo Nacional de Policía, que mediante la policía judicial y la científica debe ahora investigar los hechos y certificar o no la culpabilidad del sospechoso. El ciudadano identificado, según reza el informe de la Policía Local, «ha sido detenido en otras ocasiones como uno de los habituales del robo del combustible».
El procedimiento habitual
La Policía Local, sin competencias para la investigación de delitos (que corresponde, decimos, a la Policía Nacional), sólo realiza detenciones cuando los responsables del acto delictivo son sorprendidos durante la realización del mismo. El año pasado detuvieron a tres personas por robo de combustible, pero es difícil «cazarlos» en el momento, porque suelen ser acciones muy rápidas y al amparo de la noche. Por ello no es de extrañar que este año, y pese a sufrir como en el pasado una ola de robos, no haya sido detenido nadie por parte de agentes locales.