Uno de los principales factores que explican la gran expansión del arruí en nuestro territorio hay que buscarla en la tasa de reproducción tan alta que tiene la especie, con una media de dos crías por parto y generalmente dos partos al año, uno en primavera y otro en otoño. Las imágenes aquí presentadas tienen como protagonista, precisamente, a algunas de las crías que nacieron en la estación que acaba de pasar.