En busca del mochuelo


Estos mochuelos son unas aves tremendamente curiosas, de amarilla mirada y aspecto regordete y simpático que siempre habia tenido ilusion por observar y fotografiar. Finalmente, llegó mi hora.

Cuando localicé el nido tuve especial cuidado en calcular bien los tiempos de incubación de los huevos, pues en esos días las aves son bastante vulnerables y sensibles, existiendo un cierto riesgo de abandono del nido. Una vez me aseguré de que los pollos hubiesen nacido instale mi hid móvil y dejé pasar unos días para que se acostumbraran a este nuevo y extraño «arbusto».

Con la primera jornada en el interior del escondite, siempre asaltan las mismas preguntas: «¿Habré cometido algún error?», «¿se habrán adaptado bien al hide?», «¿me habrán visto entrar?». Todas las preguntas se disiparon cuando,  tras un cercano canto «kiieu kiieu«, noto que los palos que hacen de estructura de mi cabaña tiemblan… ¡Uno de los progenitores se acababa de posar sobre mi hide y yo estaba dentro!

En días sucesivos, desde mi privilegiada posición, no dejaron de sorprendernos tanto a mí como a Rosana, mi esposa (novios entonces), por la graciosa curiosidad e inocencia que mostraba la pequeña prole, moviendo sus cabezas acompasadamente tanto para observar el paso de un vehículo como el vuelo de un avión, descubriendo su entorno mas allá del oscuro hueco de árbol donde habían nacido.

Tomando el sol.
El progenitor, que me sorprendió metido en mi "arbusto".
Parejita de mochuelos.
Fíjense, acaba de cazar un saltamontes.

One thought on “En busca del mochuelo”

  1. Enhorabuena por el articulo y las fotos, que demuestran tu habilidad con la cámara. Esas fotos no las hubiera tomado cualquiera. Que me lo digan a mi. A ver si pronto publicas otro y podemos disfrutar con mas fotos tuyas. Me hubiera gustado estar alli para verlo. Felicidades.

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