La Conselleria de Sanidad ha impulsado el Plan de Optimización de Camas Hospitalarias con el fin de sacar mayor partido a los recursos existentes y mejorar la eficacia del sistema sanitario público valenciano en tiempos de dificultad económica. La medida, que surge del pretexto de que en la actualidad hay camas inutilizadas debido en parte al menor número de ingresos por el buen tiempo registrado en otoño que ha retrasado la llegada de la gripe estacional, supone el cierre de 262 camas en todos los hospitales de la Comunidad Valenciana. Este hecho permitirá el ahorro de 86.460 euros diarios, (330 euros al día por cada cama), que se traducirán en 2,6 millones al mes. Según señaló ayer en rueda de prensa la secretaria autonómica de Sanidad, Manuela García, el plan no conllevará despidos «ni la merma de la actividad asistencial”.
Por provincias, la alicantina es la que mayor número de cierres soporta, pues quedan suprimidas 159 camas en sus distintos centros hospitalarios. El Hospital de Elda es el segundo de Alicante que más camas pierde,al cerrarse 35. El General de Elche pierde 26 y los hospitales de Orihuela y La Vila se quedan sin 16 camas cada uno. El de Sant Joan suprime 15. Por su parte, en Valencia se cierran 53, todas en el Hospital Clínico, y en Castellón, el número asciende a 50, 30 en el hospital de La Plana y 20 en el General de Castellón.
Se trata ésta de una medida “coyuntural” y las camas quedarán operativas en el momento en que sea necesario, según se apresuró a aclarar la secretaria de Sanidad.
La oposición y los sindicatos rechazan el plan de austeridad sanitaria
La oposición valenciana ya ha mostrado su descontento con este Plan de Optimización de Camas Hospitalarias. El PSPV considera irresponsable esta medida al ser la valenciana la segunda comunidad con menos camas por 1000 habitantes de España, detrás de Andalucía. En este sentido, el portavoz socialista de Sanidad en las Cortes Valencianas, Ignacio Subías, ha exigido al presidente de la Comunitat, Alberto Fabra, la «rectificación inmediata» o el «cese fulminante» del conseller del área, Luis Rosado.
Compromís también considera inconveniente el plan. La portavoz del partido en Las Cortes, Mónica Oltra, ha señalado que el ahorro debería venir “de otras partidas de gastos innecesarios”.
Los sindicatos CC.OO. y UGT también han mostrado su preocupación respecto a la medida. Desde Comisiones Obreras denuncian “la improvisación y el escaso rigor a la hora de planificar los recursos sanitarios por parte de la conselleria». El secretario de Salud de UGT, Miguel Usó, estima que el organismo público debería haber consultado y transmitido a los trabajadores sanitarios “lo que va a significar” el plan “en las condiciones de empleo”.