Algorfa 1 – 2 Petrerense
El Petrerense consiguió una importante victoria a domicilio en un partido comprometido y difícil donde el equipo debió exprimirse al máximo. Visitaba el campo del Algorfa en la segunda jornada de liga, después del empate inaugural, y el equipo transmitió buenas sensaciones desde el principio, llevando claramente el dominio del juego, aunque sin demasiada profundidad. En la oportunidad más clara, en un rechace a la salida de un córner, llegó el primer gol, de espectacular volea de Marcos Alendaño desde el punto de penalti que sacó las telarañas de la escuadra.
Era el minuto 25 y el Petrerense había hecho lo más difícil, pero el gol no tuvo el efecto deseado en los hombres de Garrido, que inexplicablemente se echaron para atrás y cedieron el dominio territorial a un animoso Algorfa, que se vino arriba y consiguió el empate tan solo cinco minutos después. La jugada se produjo en un clamoroso fuera de juego, pero Garrido no quiere buscar excusas y comenta sobre la jugada «que con eso ya contamos en estas categorías, es muy difícil jugar a tirar el fuera de juego porque no hay jueces de línea y en campos donde el público aprieta… La culpa fue nuestra por replegarnos». El empate dejó unos minutos de dominio alterno sin ocasiones claras antes del descanso que prometía una segunda parte muy abierta.
No obstante, el Petrerense supo serenarse y abordó la segunda mitad con las mismas pulsaciones que la primera, ganando el control del partido con intensidad en el movimiento de balón y buena presión defensiva. Hubo algunas oportunidades más o menos claras, pero no fue hasta el minuto 75 cuando se deshizo la igualada, en una nueva aparición de Marcos Alendaño, remachando desde el borde del área un buen balón de Claudio. La jugada nació de una estrategia en un saque de banda, lo que a estas alturas de la temporada habla muy bien de esta faceta del equipo. Y con el gol, nuevamente reacción del Algorfa, esta vez más por mérito suyo que demérito del Petrerense, que puso hasta cuatro delanteros para buscar un juego descaradamente directo. Algunos ajustes defensivos en el equipo de Garrido maniataron bien los empujes del rival, y el equipo aún pudo cobrar más ventaja con alguna jugada a la contra bastante clara. Finalmente, el marcador no se movió; el Petrerense estaba ciertamente desfondado, pero acaba de conseguir la primera victoria a domicilio.
«En general, fue un buen partido», comenta Garrido, «pues los chavales supieron sufrir y estuvieron muy atentos en defensa. Los repliegues y las coberturas estuvieron muy bien sincronizadas, y estas buenas prestaciones defensivas son la base para crecer». Este sábado el equipo se mide al Catral a las seis en el Barxell. Garrido avisa que el rival, pese a perder los dos primeros partidos, «tiene buenos jugadores y te la pueden liar en cualquier momento».