Tal y como estaba previsto la Policía Local ha procedido esta mañana al desalojo y precinto de una veintena de viviendas en la ladera norte del casco antiguo afectadas por derrumbes, una medida motivada por “la salvaguarda de la seguridad de las personas”, tal y como indica la orden  y haciendo efectivo el auto 140/2011 emitido por el juzgado contencioso-administrativo número dos de Alicante.

El desalojo, que en un principio consistía en una expulsión efectiva de la vivienda, se ha producido ante la presencia de medio centenar de personas, vecinos y simpatizantes, que han mostrado su total desacuerdo con este desalojo y han mostrado consignas y pancarta durante todo el proceso, cueva por cueva.

En días anteriores, los vecinos ya se habían preparado para este momento y anunciaban concentraciones y resistencia pacífica. De este modo, en torno a las nueve y media aproximadamente, se han concentrado en las puertas del ayuntamiento, para luego subir juntos al desalojo. La consigna era clara: ser pacíficos, pero hacer presión.

Algunos momentos de tensión

Muchos de los vecinos que viven regularmente en las casas cueva han decidido no abandonar sus casas, por lo que la policía local se ha limitado a precintar el resto de viviendas donde no ha abierto nadie (que han de tabicarse en un futuro cercano) y a colocar sobre la puerta la orden de desalojo.

Además, el interés mediático ha sido nuevamente muy importante y televisiones nacionales como La Sexta y La 1 y autonómicas como Canal 9 han acudido al lugar desde primeras horas de la mañana. Por todo ello, la policía local se ha demorado más de dos horas en acudir al desalojo (que no se ha producido hasta pasadas las doce), sin poder evitar, en todo caso, el revuelo ni las grabaciones de los medios nacionales.

“Es mi casa, la única que tengo, y no me voy”, le espetaba una vecina, con la puerta de casa entreabierta a la policía local, en una réplica que han escuchado los representantes de la autoridad en la mitad de las casas que pretendían desalojar en la mañana de hoy.

Bajo un sol de justicia, el policía, que trata de explicarle la situación, apenas puede hacerse escuchar por encima del cántico de fondo con el que más de cincuenta ciudadanos se solidarizan con su situación: “menos desalojo y más soluciones” y “este desalojo es ilegal” fueron los más escuchados.

Igualmente, los vecinos no sabían qué les pasaría si renunciaban a desalojarlas, o si se iban y luego volvían, haciendo caso omiso de la orden y rompiendo el precinto. La policía ha repetido varias veces que ellos “ejecutan” pero no “aconsejan”, y que para todas esas cuestiones deben “buscarse un abogado”.

Al final, la policía, que tenía orden del juzgado de desalojar “forzosamente” si era necesario, simplemente ha recogido los datos personales de la titular, sus alegaciones al desalojo y su firma en un documento preparado para tal efecto.

Los vecinos achacan los derrumbes a las obras del Plan E

Las reivindicaciones de los vecinos, aunque en situación más dramática debido al momento, han sido las que han mantenido hasta ahora: las filtraciones y humedades son culpa de las obras del Plan E realizadas en 2009 y la falta de revestimiento en el nuevo pavimento más el paso de maquinaria pesada durante la ejecución de la obra. Además señalan que las obras carecían de estudios geotécnicos y de recomendaciones específicas.

Muchos vecinos también se han quejado de que “nadie” –ni técnico, ni arquitecto- han entrado a sus casas a verlas ni valorarlas: “¿cómo pueden saber que he de irme?”, señalaba impotente una vecina.

Patricia Navarro, también vecina de una de las cuevas que no han sido precintadas,  ha señalado  que sólo hay cuatro cuevas inhabitables, las otras 17 de las 21 con desalojo están “bien, para vivir”. “¿Por qué habría de hacerlo, si mi casa está bien? Aquí no ha entrado nadie a valorarla”, prosigue otra vecina, cada vez más indignada. “Este desalojo no tiene sentido, es injusto”.

Pascual Díaz se ha entrevistado con algunos vecinos al finalizar el desalojo

Cerca de las dos de la tarde, varios vecinos han bajado al consistorio para reunirse con el alcalde Pascual Díaz, que ha abandonado sus quehaceres para entrevistarse con ellos en la misma plaza; ha dicho solidarizarse con los vecinos, pero ha insistido en que están defendiendo su integridad física, y que se limitan a cumplir una orden que viene del juzgado, reiterando así las palabras del concejal de Urbanismo Fermín García.

Les ha instado a esperar el informe de la Universidad de Alicante, un informe previsto para junio y que finalmente se ha retrasado hasta septiembre, para saber más aspectos de lo que ha ocurrido y cómo podría solucionarse. Aún así, los vecinos no han quedado contentos.

Pese a lo ocurrido hoy, ciertamente, con la ley en la mano y tal y como están las cosas, es difícil imaginarse a corto-medio plazo que las viviendas con orden de desalojo no sean precintadas y tabicadas. Los vecinos han conseguido ganar tiempo, aunque quién sabe si a costa de meterse en un lío.

 

Para saber más sobre lo que está ocurriendo con el problema de las casa – cueva les dejamos dos reportajes realizados por esta publicación donde se relata lo sucedido hasta ahora de manera extensa:

¿Qué está ocurriendo en las casas cueva?

¿Que será de las viviendas y las casas-cueva de las lomas del castillo?