El vial de cuatro vientos va tomando forma. Una vez concluida la fase de cimentación, una complicada maniobra finalizada el pasado verano y para la que hizo falta una potente perforadora, los trabajos continúan con la colocación de unas grandes vigas de cemento que sustentarán los tramos de vial. La siguiente fase del proyecto será precisamente el transporte y colocación de otras colosales vigas metálicas que unirán las vigas ya colocadas de cemento entre sí.

Los operarios se afanan ahora en ultimar los detalles de las enormes estructuras prefabricadas de cemento con una enorme grúa, aposentadas sobre los cimientos. Para dar recorrido al vial, la empresa encargada de la construcción ha tenido que realizar un corte de grandes magnitudes cerca de tramo más cercano a la avenida Hispanoamérica, un corte que ha cambiado el paisaje radicalmente.

El plazo de finalización, previsto inicialmente para finales de este año, se ha prolongado  hasta finales de enero o principios de febrero. Hasta esa fecha la obra, que cuenta con un presupuesto de 1,6 millones de euros, no estará lista para su uso.

“De todo el puente hay una parte que esta justo debajo de la autovía  y que el Ministerio de Fomento nos puso como condición  que se hormigonase allí mismo, con el fin de no provocar ningún daño con el transporte de las vigas» señala Fernando Cerdán, arquitecto de la oficina de Urbanismo. La inexorable condición del Ministerio de Fomento es el motivo del retraso y por el cual una decena de vecinos (la mayoría jubilados) se acercan hasta el lugar cada mañana para contemplar el estado actual de la obra, que deja una curiosa estampa con un tramo de puente al aire y sin conexión por ningún lado.