La aparición de varios restos arqueológicos, al parecer de época romana, ha mermado el ritmo de  trabajo que se está llevando a cabo en lo que en un futuro será la “manzana cultural”, un nuevo edificio anexo al teatro y la biblioteca municipal impulsado por la Consellería de Cultura y Deportes y cuyas obras comenzaron el verano pasado con un presupuesto de  1,4 millones de euros.

Todavía se desconoce la importancia  y la naturaleza de los restos así como la fecha exacta a la que pertenece. A falta de un estudio arqueológico que está en trámites, las primeras observaciones señalan que no hay signos de importancia, ni restos voluminosos que revelen la presencia de una edificación relevante de época romana. Pero si se han hallado indicios entre la tierra que parecen indicar una posible presencia de objetos de carácter histórico además de un muro de entre un metro y metro y medio de ancho. El edil de Cultura, José Miguel Payá Payá se ha  mostrado sorprendido porque “la zona del hallazgo no estaba catalogada como de interés arqueológico y no se esperaba encontrar restos de la Villa Petreria en ese lugar”.

Las obras no se han parado y se ha reservado el espacio donde se han hallado los restos. Mientras,  algunos operarios continúan su labor en las zonas que no están afectadas por este inesperado hallazgo.

Desde el Ayuntamiento y el museo Dámaso Navarro se están llevando a cabo los trámites necesarios con el gobierno autonómico para que los arqueólogos puedan determinar con exactitud el tipo de hallazgo con el que se han topado, trabajo que, según fuentes municipales, comenzará en breve.