Tras el gol de Andrés Iniesta, que clasificaba al FC Barcelona para la final de la Copa de Europa, fueron muchos los aficionados blaugranas del municipio que sintieron la tentación de celebrar el triunfo y soltar la adrenalina producida por un partido tan agonístico. De manera que se subieron en sus coches y se dirigieron a la rotonda de entrada al pueblo por la zona del Barxell, con la intención de reunirse en la conocida como «fuente del Moro». Ése era el escenario donde los futboleros habían exacerbado el orgullo patrio tras la conquista, el pasado verano, de la Eurocopa por parte del combinado nacional.
Sin embargo, esta vez, no había «bulo» del consistorio para la celebración de los aficionados, y cuatro coches policiales estuvieron estacionados en las proximidades de la citada rotonda durante la hora posterior al partido, para hacer desistir a los ‘culés’ locales de acciones similares a las que se vivieron con el triunfo de España. Así, los aficionados que se acercaban por sus coches volvían por el lugar el que habían venido, eso sí, lanzando algunos tímidos pitidos.