Tras dos años de parón, la Plaza de Toros de Elda acogió el pasado sábado un atractivo cartel para los aficionados a la tauromaquia, con Jesulín de Ubrique, “el Fandi” y el torero local “el Renco” toreando el prestigioso ganado de Ortega Cano. Junto a ellos, en la puerta de la entrada desde las cinco de la tarde, se concentraron colectivos y activistas antitaurinos de toda la provincia.
Las asociaciones “Fauna libre”, “Iniciativa animalista”, “Esquerra anticapitalista”, “Izquierda alternativa joven”, “Otro mundo es posible”, entre otros, y partidos como Esquerra Unida o el Bloc fueron capaces de convocar alrededor de 150 personas que, vestidas de negro y haciendo uso de silbatos, denunciaron “la crueldad y la incompatibilidad de esta fiesta con el progreso moral del ser humano”. Estuvieron escoltados en todo momento por policías antidisturbios; desde España 2000 se organizó una contramanifestación en el mismo sitio, aunque con escaso seguimiento, así que los dos grupos no llegaron a enfrentarse en ningún momento.
Los manifestantes antitaurinos acabaron su concentración, a las seis de la tarde, leyendo la siguiente declaración:
“Las prácticas culturales que involucran la tortura de animales son inaceptables. No disfracemos su brutalidad e inhumanidad: se trata de signos de barbarie.
El sacrificio más o menos ritual del toro en el curso de la corrida conlleva un grado de sufrimiento y destrucción del animal incompatible con una conciencia civilizada, aunque el maltrato ha constituido incluso el núcleo de lo sagrado en determinadas formas de organización social, su persistencia, por mucho que la asuma una parte de una sociedad, es incompatible con el progreso moral en las mentalidades y no es compatible con la supervivencia de los Seres Humanos.
¿Por qué hablamos tanto de las corridas de toros? Simplemente porque más allá del entretenimiento y lo que representan culturalmente, constituyen un acto de crueldad contra animales que no entienden por qué les pasa esto.
Los días previos a la corrida sufren el estrés del transporte, se los priva de agua y comida, se los golpea para debilitarlos y se le aplican gotas a los ojos para afectarles la visión… Cuando finalmente llega el momento del espectáculo se sueltan a la plaza y el picador le clava repetidamente la puya, una lanza que destroza músculos, nervios, vasos sanguíneos.
La puya abre agujeros en el animal que provocan gran dolor y sangrado. Luego el animal sufre el ataque con banderillas terminadas en arpones o ganchos, que quedan enganchadas en el lomo del toro desgarrando su carne.
Como si esto fuera poco, atraviesan al toro con un estoque de 80 cm. de largo y muy afilado, que en su entrada puede destrozar los órganos de un animal agotado, dolorido, asustado, y aún corriendo para de defender su vida.
Es vergonzoso permitir que un acto que tan sólo acumula pérdidas y está financiado por el dinero de todos los ciudadanos y ciudadanas, se realice en contra de la voluntad ética de la sociedad y de los derechos naturales de todos los seres vivos.
En Elda, hemos visto como la corrupta y retorcida dirección de nuestro ayuntamiento nos sorprendió, con el arrogante proyecto “Nueva Elda” que junto con seguir la lógica de destruir para reconstruir en lugar de ampliar lo que ya hay, presentaba una atrocidad política, como es el construir una Plaza de Toros en la época actual, propuesta más propia del siglo XVIII que de una sociedad sensibilizada con el problema taurino.
El proyecto fue retirado por el propio gobierno local tras ignorar a la oposición, el Pueblo y los colectivos, y recurriendo a un informe de una consultora privada que evaluaba las instalaciones en estado de ruinas, cuando la aguda crisis económica hizo cambiar las necesidades del mercado inmobiliario y comercial.
Nuestra respuesta ante la masacre animal y el despotismo institucional es la propuesta de una alternativa cultural y de ocio REAL. La conversión de la Plaza de Toros de Elda en un centro polivalente que sacie las carencias de los y las jóvenes de Elda, transformando las instalaciones en un anfiteatro multiuso con una zona comercial en el interior, tal y como se ha presentado ya en diversas ocasiones.”
Excelente cómo se ha redactado la noticia!
La gente que quiere un mundo mejor está harta de ver cómo se apoyan tales «tradiciones» bárbaras, en las que se torturan animales en una muestra de salvaje especismo, como si ello fuera algo vistoso y digno, sin pensar en el dolor de otro ser viviente como nosotros.
En esta noticia se da voz a los que allí protestaron y no se alaba el pensamiento arcaico y nada avanzado de los taurinos y políticos que les apoyan sin hacer caso a la mayoría de la población que está dolida de ver que en pleno siglo XXI se quiera mostrar la «fiesta» y demás «fiestas locales con animales» como algo normal.
Olé por los antitaurinos y amantes de la no violencia, la ética y la moral. Lo que me parece increible es que se convoque una contramanifestación a la misma hora y no se si en el mismo sitio da igual, pero hay que evitar el enfrentamiento directo ya que eso sólo creará violencia, insultos y no servirá para conseguir ningún objetivo. Los antitaurinos tenemos derecho a manifestarnos pacíficamente al igual que los taurinos pero hay que evitar enfrentamientos inútiles. El delegado de gobierno no debería haber permitido esto. Por último quiero decir que matar así a un animal es bárbaro, inhumano, cruel y sólo gente depravada, malvada y sin capacidad de empatizar y pensar en el animal que sufre puede disfrutar con algo tan horrendo. BASTA YA QUE SE ACABE CON ESTO DE UNA VEZ, NO A LA TAUROMAQUÍA! Que pase a formar parte de nuestro cruel pasado!