La situación actual de la educación pública en Petrer, con una actitud de desidia y desinterés por el gobierno local de Pascual Díaz, es preocupante. La educación pública hay que mimarla y cuidarla, y por ello quiero recordar la Carta Verde de la Educación que las asambleas verdes del Vinalopó elaboramos en octubre de 2009, como un documento de acción política básico.
Las tres asambleas locales verdes queremos tejer desde la ecología política unas líneas de actuación comunes en el tema educativo y su imbricación con la ecología. Nuestra voz verde quiere enriquecer la educación de nuestras hijas y adolescentes, queremos trabajar por la armonía escolar, por hacer de la educación y la ecología derechos sociales irrenunciables.
Las asambleas verdes están muy sensibilizadas ante la situación de la red pública educativa, con graves deficiencias por la irresponsable política educativa del gobierno autonómico valenciano. La planificación insuficiente y la política educativa a menudo improvisada de la Conselleria d’Educació trata con desprecio la red de educación pública: lento ritmo de nuevas construcciones y falta de inversiones en los edificios e infraestructuras educativas públicas que no satisface las necesidades sociales (y sí aumentan los barracones); progresiva masificación y falta de plazas escolares en los diversos niveles (educación infantil, formación profesional…); privatización progresiva de distintos servicios educativos, así como un aumento de subvenciones públicas a la educación privada que drena recursos públicos; falta de profesorado y profesionales especializados en los centros escolares; disminución de los presupuestos destinados a la red pública educativa; introducción de valores mercantilistas y competitivos…
Ante esta situación, L@s Verdes proponemos la elaboración de Planes estratégicos locales de educación aplicables a nuestras ciudades del Vinalopó, donde hay que incluir la voz y visión de la ecología. Los ayuntamientos han de tener un papel activo en la promoción de una educación pública de calidad que hay que cuidar y mimar. Y son estos ayuntamientos los que deben elaborar tales planes estratégicos que tengan como eje la equidad social y ambiental e incluyan:
1. Inversiones urgentes en infraestructuras necesarias para dignificar la red pública de escuelas infantiles, colegios e institutos.
2. Becas y ayudas escolares a las familias en situación descompensada que palien la situación extremadamente negativa para muchas familias por el aumento significativo del desempleo (más del 30 %) y la reducción de ingresos familiares, principalmente en los barrios obreros de nuestras ciudades del Vinalopó.
3. Es preciso caminar hacia colegios sostenibles con la participación de todos los actores sociales. Para ello son necesarias inversiones con criterios ecológicos: técnicas de biocontrucción para realizar infraestructuras bioclimáticas; ante los limitados recursos naturales (materiales, energía, agua…) uso de materiales renovables, no tóxicos y próximos, así como de energías limpias.
4. Promoción de una salud y alimentación ecológicas en los centros escolares: introducción de alimentos biológicos en los comedores escolares, de huertos ecológicos, de la ética de las 3 R (reducir, reutilizar y reciclar), de tecnologías libres y blandas no contaminantes; la promoción de una enfermería escolar profesionalizada que facilitaría una educación saludable desde las concepciones homeopáticas y naturistas, dinamizaría una consulta de salud joven y abordaría en los centros educativos los problemas de obesidad y ludopatía.
5. Creación de una ciudad educadora: las ordenanzas municipales es una herramienta útil para regular aspectos urbanos que inciden en la educación, tales como la publicidad, el deporte, la movilidad infantil y adolescente, los itinerarios escolares preferentes, las aulas ambientales…
6. Constitución de consejos municipales infantiles para hacer partícipes la voz y la visión de la infancia y la adolescencia, que son los actores básicos de la educación. Las administraciones locales deben facilitar el empoderamiento de todos los actores educativos.
Son propuestas que justo ahora, en el meridiano del curso escolar, han de pasar a primer plano. El equipo de Pascual Díaz no puede continuar practicando la política del avestruz que no es muy aconsejable ante las necesidades educativas, ante nuevos problemas de la educación pública.
Si el primer punto de esta carta verde de la educación:»Inversiones urgentes en infraestructuras necesarias para dignificar la red pública de escuelas infantiles, colegios e institutos», se pusiera en marcha ya habríamos avanzado un paso, pero un paso de….. gigante. De momento y gracias al mal gobierno del Señor Camps, en esta comunidad el dinero se va en grandes y absurdos eventos, fundaciones oscuras y subvenciones a la enseñanza privada y concertada. Esa es la realidad política valenciana y la otra, la pasividad de una sociedad que practica el silencio de los borregos, pues a pesar de conocer la realidad educativa valenciana, ni protesta, ni exige, ni sale a la calle para denunciar nada.