El bueno de Gorka nos está acostumbrando a estas instantáneas nocturnas, de inusual profundidad y contraste. Tomada desde la Casa de Valero, la cámara de Gorka atrapa el infinito sin rastro de contaminación lumínica.
El bueno de Gorka nos está acostumbrando a estas instantáneas nocturnas, de inusual profundidad y contraste. Tomada desde la Casa de Valero, la cámara de Gorka atrapa el infinito sin rastro de contaminación lumínica.