«Es más difícil un Europeo que un Mundial», sostenía el vecino Gedeón Guardiola antes de partir a Polonia con la selección en busca de un nuevo éxito para el combinado nacional. Guardiola, que ya consiguiera el Mundial en 2013, era muy consciente del elevado nivel de exigencia que efectivamente ya se han encontrado esta semana en la primera fase de este Europeo, donde nadie les ha regalado nada. Pero que nadie se equivoque con las palabras del alabado pivote local, pues a continuación añadía: «Nuestro objetivo no es otra que la victoria».

Por ahora, el objetivo sigue intacto. España se impuso a Alemania (32-29) en su debut, en un buen partido de todo el colectivo con un Guardiola que no sólo blocó balones en defensa, sino que también tuvo la oportunidad de subir en algún contragolpe, sumando un gol. En el segundo partido, ante Eslovenia, ‘los hispanos’, como les denomina la prensa, consiguieron un empate in extremis (24-24) en un partido muy difícil que a la postre les sirvió para asegurarse la clasificación. Ayer, en el tercer partido de la primera fase, España se impuso a Suecia, otra vez dando una lección defensiva en 6-0 con Guardiola y Morros como inexpugnables baluartes en la zaga. Esta victoria, en el mejor partido hasta el momento en el campeonato del combinado nacional, permite a la selección pasar como primera de grupo con cuatro puntos.

Este domingo la selección comienza la segunda fase ante Dinamarca, y después le seguirán Hungría y Rusia.