En los últimos años, de todos los movimientos sociales que han cambiado, y están cambiando, la realidad social y política en el país, las plataformas de afectados por la hipoteca y otras similares han sido de las más destacadas, consiguiendo poner en el centro del debate el drama de los desahucios y el acceso a una vivienda digna.

Los avances conseguidos, no obstante, han sido hasta ahora más individuales que colectivos y políticos, y a falta de una solución global, el problema persiste para muchas familias. Desde Sí se Puede Petrer cifraban en enero de este año en 300 las familias de la localidad inmersas en un proceso de ejecución hipotecaria. Pues bien, hoy hemos conocido un nuevo episodio de esta problemática, con la ocupación de una familia sin recursos de una casa de campo de la partida de Puça, a doce kilómetros del centro urbano de la localidad, siendo la primera vez que tenemos constancia en el municipio de la ocupación efectiva de una propiedad tan alejada de la ciudad.

La noticia saltaba ayer mismo cuando, un vecino de Puça, advertía a la policía local, ya entrada la noche, de la presencia de luz en una casa de campo contigua, que le constaba estaba deshabitada. Los agentes se personaron en la ubicación e identificaron a una mujer que, según consta en el parte policial, reconoció haber ocupado la vivienda, junto con sus dos hijos menores, desde hace ya una semana. Como en tantas otras ocasiones en las que se ha vivido esta situación, la mujer, que además está encinta, explicó a los agentes que carecía de un techo donde poder vivir y guarecer a su familia y que sabía que la casa estaba embargada por el banco, extremo que hemos podido verificar desde esta publicación. Los agentes, que pudieron comprobar que la luz provenía de un enganche ilegal, darán parte hoy a la entidad bancaria -titular de la propiedad- de la ocupación, que tendrá que decidir, en próximas fechas, qué política de actuación sigue en este caso.