Momentos de emoción los que se vivieron el sábado por la tarde con el pistoletazo de salida de las Fiestas de la Santa Cruz. En un Teatro Cervantes lleno, las populares fiestas del barrio de la Frontera fueron glosadas con un emotivo pregón del vecino José García Vizcaíno -lo tienen íntegro en este reportaje-, que recordó sus vínculos con el barrio y la festividad y con ello repasó también el carácter abierto y las pulsiones vitales del carismático barrio de la localidad, que García valoró muy acertadamente como «Petrelda». 50 años revivieron en sus palabras, toda una vida, con anécdotas y pasajes en las que todos los presentes se vieron reflejadas.
García, como es tradición, cerró su discurso animando a la Reina y sus Damas de Honor a «no olvidar nunca» lo ya vivido y lo que se avecina. Y precisamente, cuando por fin menguaban los aplausos a su intervención, volvían a arrancar para arropar el acto de coronación de Tamara Montoya, Reina de las Fiestas de la Santa Cruz 2015. Acompañada por sus damas de honor -María Calero, Silvia Estevan, Isabel García y Paula Castelló-, recibió de su predecesora, Carla González, la corona, la banda y la capa.
Cerrando el acto, un muy entretenido programa de variedades, con la actuación de ‘Grupet Teatre’, las canciones románticas de Pablo Merino y las bromas y el ácido humor de Blay, que redondearon una jornada inolvidable para todos los presentes.
La mañana del domingo, todos los protagonistas volvían a reunirse en el pasacalles de la Reina y sus Damas de Honor que precedieron el concierto extraordinario de la Asociación Musical Virgen del Remedio en el parque «El Campet». La actividad se estrenaba este año y viendo su exitoso resultado, todo apunta que ha venido para quedarse.
Os dejamos ahora con el emotivo discurso del pregonero José García Vizcaíno:
«Señor Alcalde, señor Presidente de Honor, Señora Presidenta, señores Párrocos de las Iglesias de la Santa Cruz y San Bartolomé, Autoridades, Comisión de fiestas, Reinas y Damas de Honor, Vecinas y Vecinos, Amigas y Amigos, Familiares, buenas noches a todos.
En primer lugar, quiero darle las gracias a la presentadora, por sus amables y elogiosas palabras hacia mi persona en su presentación.
Es para mí un gran honor estar esta noche con todos ustedes, ya que la Comisión de Fiestas me ha dado la oportunidad de pregonar las Fiestas de la Santa Cruz del 2015, y más este año que oficialmente cumplen el 45 aniversario, aunque para mí son ya 50 las fiestas vividas en el barrio, ya que antes de ser oficialmente autorizadas por el Obispado de Orihuela, se empezaron a realizar actos participativos, con motivo del nacimiento de la Parroquia de la Santa Cruz.
Hace unos meses, vino a visitarme a mí comercio (Muebles Yago´s), como de costumbre el Presidente de las fiestas D. Efigenio Mendiola, que ahora ostenta, por méritos propios, el cargo de Presidente de Honor de la Santa Cruz, y pensé cariñosamente al verle: «a ver qué me pide hoy este hombre para las fiestas…» Sorprendentemente ese día no me pidió nada, y me ofreció ser el pregonero de las fiestas de este año. En ese momento me quedé pensando que contestarle, y él rápidamente me dijo: «está todo decidido y por unanimidad de la comisión, este año tienes que ser tú el pregonero de las fiestas». Le respondí que me diera unos días para pensarlo, al estar con ustedes aquí ya se imaginan cuál fue mí respuesta.
Quiero agradecer a la Comisión de Fiestas la invitación para que un servidor fuera el pregonero de las fiestas de este año. Siendo muy sincero, tengo que decir que fue para mí una enorme sorpresa esta proposición, pues jamás se me pasó por la cabeza el que pudiera verme en este trance, porque no considero ser poseedor de méritos para ello. Agradezco tambien la intervención del Sr. Efigenio sobre mi persona, seguramente teñida del afecto que nos profesamos. A la nueva comisión formada este año quiero transmitirles mis mejores deseos de éxito, para mejorar y renovar las fiestas. Dicho esto, tengo que añadir que me sentí muy distinguido con este nombramiento, ya que se produce en un año tan significativo, el 50 Aniversario de la Parroquia de la Santa Cruz, a la que quiero felicitar públicamente.
Esta parroquia es sin duda alguna un eje fundamental del barrio y las fiestas de la Santa Cruz, formando ya parte de nuestras vidas. En ella tomé mí primera Comunión, fui monaguillo, me casé con mi esposa Paqui, bautizamos a mis dos hijas Marina y Patricia, que también tomaron su primera comunión en ella, y hace tres años renovamos nuestros votos matrimoniales celebrando las bodas de plata. Las fiestas de la Santa Cruz son ya un símbolo inseparable de ella, y yo he vivido a lo largo de mis años de una forma muy intensa y participativa estas nuestras fiestas: mi mujer fue dama de honor, y mis dos hijas también, así que siempre he estado unido de una forma u otra en ella, colaborando en todo lo posible con las diferentes comisiones de fiestas, y aportando humildemente mi granito de arena para desarrollar las fiestas, el deporte y el comercio en nuestro barrio y en nuestra población.
Soy asiduo asistente a los Pregones de nuestras Fiestas de la Santa Cruz, y todos me han parecido de un gran nivel, y muy documentados. En todos se ha resaltado lo más destacado de la historia del barrio de La Frontera; cómo se fue formando, la procedencia de su población; las costumbres, economía, personalidades, actos vividos, y muchas cosas más de nuestro barrio. No quiero repetirme en ello, pero como comprenderán tengo muy difícil ser original, casi todo ha estado muy bien dicho, y por personas altamente cualificadas a las que admiro, y a las que de ninguna manera se me ocurre compararme.
Tengo que decirles que soy muy afortunado por haber nacido en el barrio de La Frontera de Petrer, gracias a mis queridos padres Isabel y Miguel, hace ya 54 años, en la calle Alicante, número 9, asistiendo a mi madre como improvisadas comadronas mi inolvidable abuela materna Rosa y su vecina Ana, y posteriormente vino a certificar mí nacimiento, como se hacía en esa época, nuestro querido y entrañable Doctor D. Antonio Payá. Y más afortunado aún pudiendo vivir y trabajar en el barrio del pueblo que me vio nacer, con mi familia, con mi gente… ¡Qué gran suerte la mía!, si a eso unimos la calidad humana de la mayoría de los vecinos, que tengo como amigos; no ha sido poca mi suerte, pues. Muchas cosas han cambiado desde entonces: edificaciones, infraestructuras, vecinos, etc., pero si de algo estoy orgulloso es de ver como las Fiestas de la Santa Cruz siguen siendo un espacio abierto, donde se reparte alegría, ilusión y fraternidad entre todos los vecinos y visitantes que desean participar de ella, convirtiéndose en un gran referente en nuestra población.
Una de la cosas que más marco mi niñez fue la gran rivalidad vecinal existente entre Petrer y Elda. Recuerdo como si fuera ayer que después del parvulario de D. Pedro en la Avda. de Madrid realicé mis estudios de E.G.B. en los centros escolares de Don Pablo y Don Emilio de Elda, donde mis compañeros me decían «petrolanco», y cuando estaba jugando en mi pueblo y en mi barrio los amigos me decían «cagaldero»; en aquellos años, a principios de la Avd. de Elda, en el número 1, había una señalización con el nombre de las dos poblaciones, Petrer en una cara y Elda en la otra, que veía todos los días al pasar. Así que llegué a la conclusión de pequeño que mi barrio pertenecía a Petrelda, uno por geografía y el otro por cercanía de población; hoy tengo la satisfacción de tener grandes amigos en los dos pueblos, y de ver como se han normalizado las relaciones entre las dos poblaciones, y como digo muchas veces con ironía ya somos un pueblo, pero con dos Ayuntamientos y dos Policías Locales.
Aprovecho la oportunidad que como pregonero se me brinda para recordar a todos nuestros abuelos y padres, venidos de toda la geografía nacional, y que comenzaron a formar nuestro barrio de La Frontera, con el sacrificio de dejar atrás las tierras que los vieron nacer y crecer para poder ganarse la vida y conseguir un futuro mejor para sus hijos. Gracias a ellos hoy podemos estar orgullosos de ver en lo que se ha convertido nuestro barrio, y su integración en nuestro pueblo. En los tiempos que nos ha tocado vivir a nosotros, lamentablemente, vemos como nuestros hijos tienen que hacer lo mismo que hicieron nuestros abuelos y padres para poder labrarse su futuro; quiero transmitirles a todos ellos un mensaje de optimismo y esperanza, para que pongan toda su ilusión y empeño en lo que estén realizando ahora, y aunque este año no puedan estar presentes en la fiestas, los recordamos y llevamos en nuestros corazones, para que también puedan formar parte de ellas, deseando que pronto puedan volver a su tierra.
También quiero hacer un humilde homenaje a todas las personas que en algún momento de sus vidas han colaborado de alguna forma con la parroquia de la Santa Cruz, ya sea en la organización de las fiestas, o pertenecido a las sucesivas comisiones de fiestas, y muy especialmente a los que ya no están entre nosotros. Como pregonero y vecino les digo gracias, gracias y mil gracias, por todo el trabajo, dedicación y esfuerzo realizado generosamente durante todos estos años, porque han hecho posible que estas fiestas, además de populares, sean ya una expresión fundamental en nuestras vidas y tradiciones, siendo un vehículo de hermandad e integración vecinal.
Ya estamos en primavera, la época del año donde todo parece renacer en la naturaleza, y las plantas eclosionan con júbilo todas sus flores. Sí, esas flores que luego serán las protagonistas de conformar el verdadero estandarte de nuestras fiestas, la Cruz Florida de Mayo, y hablando de protagonistas y flores, no me puedo olvidar de este ramillete de jóvenes, que juntas conforman nuestras Reinas y Damas de Honor, dignas representantes de nuestra fiesta. A vosotras, Carla, Esther, Carmen, Rocío y Natalia, la Reina y Damas, que el pasado año asumisteis la responsabilidad de representar a la fiesta, y que este año pasáis el testigo, quiero daros la enhorabuena por la magnífica labor desarrollada, y no olvidéis nunca todo los momentos vividos en vuestro reinado, y muy especialmente a todas a las personas que os han acompañado en él, vuestras familias, amigos y vecinos, porque ellos serán los que verdaderamente conformarán vuestras vidas. A pesar de haber terminado vuestro reinado, tenéis que estar alegres, porque junto a las que os precedieron y las que ahora os van a tomar el relevo, ya formáis parte de la historia de estas entrañables fiestas petrerenses.
No tenemos que olvidar nunca, que cada día es único en nuestras vidas, y que sólo de nosotros depende que, además, sea inolvidable.
A Tamara, Mª Elena, Paula, Silvia e Isabel, que habéis sido elegidas por derecho propio para representar las fiestas de este año, como Reina y Damas de Honor, ser dignas representantes de tal honor y no desfallecer en la tarea; tener siempre presente que este honor sólo está reservado a cinco jóvenes cada año, y vosotras habéis sido las elegidas, por lo que estáis en el merecido lugar que os corresponde. A partir de ahora y durante todo vuestro reinado, tenéis que estar siempre preparadas, para representar con orgullo a la fiesta, al barrio y a Petrer, pues para ello se os ha elegido. Vivir con intensidad cada acto que vais a presidir, las relaciones con vuestras compañeras y vecinos, y guardar en vuestra memoria todos estos acontecimientos, pero sobre todo compartid vuestras vivencias e ilusiones con los que siempre están a vuestro lado: vuestros abuelos, padres y hermanos, haced que estos se sientan orgullosos de vosotras, y cuando todo esto pase, nadie os podrá quitar el privilegio de decir que fuisteis las representantes de las fiestas de la Santa Cruz 2015, y estad seguras que os volverá a llenar de alegría y felicidad estos recuerdos.
Y para terminar, ejerciendo la función que se me ha encomendado, con el permiso del Señor Alcalde, la Señora Presidenta, los señores Párrocos, la Comisión de fiestas y de todos los presentes, como pregonero lanzo mis palabras al viento y anuncio que han comenzado las Fiestas en Honor a la Santa Cruz 2015, que son las fiestas de todo el pueblo, y quedan invitados a ellas todo el mundo, y con estas palabras quiero contagiaros a todos para que participéis en todos los actos programados de estas fiestas cívico-religiosas, que se mueven alrededor de la Cruz Florida de Mayo, bien acompañada por las Reinas y Damas de Honor, que llenan de juventud y alegría la fiesta, para que juntos formemos ese espíritu de convivencia en paz y armonía para nuestra población, y muy especialmente en nuestro Barrio de la Frontera.
¡VIVAN LAS FIESTAS DE LA SANTA CRUZ¡ ¡VIVA EL BARRIO DE LA FRONTERA! ¡VIVA PETRER!
Felices Fiestas a todos, muchas gracias y buenas noches».