España 27-30 Francia
Llegó la hora de la verdad en el Europeo con los cuatro principales favoritos: España, Francia, Dinamarca y Croacia. La selección abrió este espectáculo deportivo de altos vuelos contra el combinado galo, en un duelo de regusto amargo estos últimos años.
Y no empezó bien la selección: el acertado portero francés y alguna pérdida de balón disparó a Francia a una renta de cinco goles arriba desde el minuto once. En realidad, España no estaba tan mal, sólo era cuestión de acertar en el tiro y tener paciencia. El plan requirió varios minutos de lucha y brega, arañando la ventaja. La recuperó y la volteó en los últimos diez minutos de la primera parte. En estos minutos, España comenzó a jugar en ataque con dos pivotes, con Gedeón y con Julen Aguinagalde. Jugadores como Cañellas o el propio Julen encontraron más espacios y el muro defensivo de nuestros vecinos se fue agrietando. La selección apretó tuercas también en defensa, y a Francia se le hizo de noche. Gedeón robó un balón a dos minutos del final y se llevó la frustación del rival, que le propinó un golpe en la cara. El petrerí se revolvió ante la fea acción, y el castigo le cayó encima deportivamente a Francia cuando España confirmó con dos goles en superioridad el cambio de inercia del partido -8 a 1 de parcial-.
Y entonces Francia nos la devolvió al inicio de la segunda parte. Así es este deporte: hicieron un rápido parcial de 5-0 y España otra vez a remontar. Lo consiguió con dificultad y el partido llegó igualado en el marcador a un cuarto de hora del final. Pero no en sensaciones, con un endurecimiento de las acciones en el juego que parecían lastrar más a los nuestros. Fueron minutos confusos, con muchas exclusiones, todas -a favor y en contra- muy mal gestionados por España. Y así, a cinco minutos del final, los hispanos, como los medios nacionales los han bautizado, iban dos goles por debajo. Y entró una urgencia -comprensible, incluso necesaria- que no dio resultado.
España debe ahora analizar errores y recuperar ánimos y fuerzas para lograr la medalla de bronce ante el que caiga, esta noche, del Dinamarca-Croacia.
Si España quiere conseguir la honrosa medalla de bronce, tendrá que dejar fuera de la convocatoria a Maqueda. Este no sirve ni para el banquillo. Con ese lateral sobre la pista se le dan demasiadas facilidades al rival. Ayer solo marcó 2 goles de 14 lanzamientos, pero es que el miércoles marró sus 4 lanzamientos de la primera parte. Claro que ahí sus errores quedaron tapados por la endeblez de Macedonia.
Los demás pueden estar un día mejor que otro, pero este jugador es una auténtica nulidad, que además deja en evidencia la mala gestión del seleccionador.