Nada más entrar, el presidente de ARTenBITRIR, el petrerí Quique Montoya,  se fija en una gran fotografía que domina el espacio en la redacción de Petreraldia, y que es una vista aérea del valle de finales de los años 50. «No está muy al día», comenta a modo de presentación, y, como ha hecho tantas otras veces en su vida profesional desde lo alto de un escenario o desde la calle, nos saca una sonrisa.

Pronto, no obstante, cambia el cariz y entramos en la cuestión, porque, «en efecto, estamos teniendo casi más cobertura ahora que cuando hacemos el festival», concede. La no realización del que sería el tercer festival consecutivo del colectivo es noticia diaria en las últimas dos semanas, con declaraciones de Izquierda Unida, el Partido Socialista y el equipo de gobierno del Partido Popular. Todo ello acompañado por una gran reacción popular, visible en el debate diario en la calle y en las redes sociales.

«No esperábamos tanto revuelo», comienza analizando Montoya, «pero ahí está, y creemos que es un debate necesario. Sin embargo, lo que deseamos es que el debate evolucione a qué vamos a hacer para que se realice el año que viene». Antes de llegar ahí, no obstante, ¿por qué no se realiza este año? Desde el colectivo se anunció «que la situación económica no era la adecuada», sin más detalles. Así que, la siguiente pregunta es: ¿cuánto cuesta sacar adelante ARTenBITRIR?

¿Cuánto cuesta ARTenBITRIR?

«Pues un festival así, con más de cien artistas actuando durante todo un fin de semana y con todas las actividades propuestas, puede estimarse en torno a los 50.000/60.000 euros. Pero claro, los artistas no cobran, hacemos desplazamientos con un máximo y hay docenas de voluntarios, algunos trabajando durante meses, para reducir enormemente esos números. El festival costó el primer año aproximadamente 14.000 euros y el segundo año 15.000 euros. Y realmente nos cuesta esto porque pedimos muchos, muchísimos favores y de todo tipo: a los colegios, a la parroquia, a los Moros y Cristianos, a patrocinadores y colaboradores, etc.  Por ejemplo, alimentar a los voluntarios y artistas -más de 200 personas- durante el fin de semana del festival nos salió por 835 euros, a dos euros por persona y día. Ello es posible porque muchos cocineros eran voluntarios, muchas panaderías locales y otros establecimientos nos regalaron pan, torta de gazpacho, etc. Y como eso todo: el alquiler de los equipos de sonido eran muy baratos, algunos técnicos trabajaron gratis, etc. En fin, es evidente que todo lo intentamos hacer lo más ajustadamente posible, ya que somos nosotros los que tenemos que buscar la financiación, y suplir los limitados recursos económicos con nuestro trabajo».

Ese dinero por cierto, en torno a los 15.000 euros, «sale principalmente de dos sitios. La mitad, más o menos, la cubren colaboradores y patrocinadores. La otra mitad, aproximadamente, la hemos sacado de la ayuda del ayuntamiento, venta de papeletas, una gala que organizamos y otras actividades como poner la barra y venta de camisetas, chapas, etc».

¿Qué ha pasado este año?

«Los cálculos económicos eran más o menos lo mismo para este año 2014», prosigue Montoya, «pero el año pasado, cuando terminó el festival, decidimos que no íbamos a organizarlo de la misma forma. Porque esto implicaba, por tercer año consecutivo, seis meses de duro trabajo diario para todo el equipo de voluntarios si queríamos que saliera adelante, una forma de trabajo inviable a largo plazo. Pensamos, pues, que lo adecuado era que el ayuntamiento hiciera una organización conjunta con nosotros».

La propuesta se presentó al consistorio en junio del año pasado y Montoya la detalla: «Lo dicho, pensando que el festival no es un evento privado, sino algo bastante público al organizarse en las calles de Petrer y todo el mundo poder disfrutar de él, pensamos en una organización conjunta entre nosotros y el ayuntamiento, es decir, poder repartirnos la faena y la financiación. Le pedimos al ayuntamiento que pagara aproximadamente la mitad, 6.900 euros. Ese dinero, según explicamos, era para cuatro conceptos: el alquiler de los equipos de sonido -presentando la propuesta más económica de todas las que analizamos-, seguridad nocturna para velar por esos equipos de sonido, un equipo de cinco walkie-talkies y los premios de los concursos del festival, de fotografía y estatuas humanas. Respecto a los premios de los concursos, en especial el de estatuas humanas es bastante peculiar, y el ayuntamiento tiene una importancia destacada, pues los concejales suelen ser jueces del mismo y después también entregan los premios, así que nos pareció justo que el ayuntamiento se hiciera cargo del montante económico de estos reconocimientos. Y sobre los walkie-talkies, pues decir que los pedimos ya en la primera ocasión pero no dispone el ayuntamiento de los mismos: nuestra propuesta era comprarlos, usarlos en el festival y después dejarlos a disposición del resto de colectivos locales que lo puedan necesitar».

El inquieto petrerí seguro que estaba pensando, con esta propuesta, en algo similar a lo que vivió en Mislata el año pasado, poco después de la segunda edición de ARTenBITRIR. En la localidad valenciana, un festival similar de «art al carrer», contó con la organización conjunta del ayuntamiento que ayudó con sus gestiones a conseguir una subvención estatal de 40.000 euros, que permitió al festival contratar artistas de primera línea como el humorista Luis Piedrahita  o el payaso Avner «El excéntrico», toda una institución en Europa.

Pero estábamos con la historia a nivel local, que sigue así: «En diciembre nos reunimos otra vez con los concejales y nos dijeron que no podían llegar a esta cantidad, por lo que decidimos no hacerlo». Quique se toma un segundo y respira profundamente: «Ahora, y viendo cómo ha sucedido todo, pues nos planteamos si podíamos haberlo hecho de otra manera, no sólo pidiendo ayuda al consistorio, sino a otros grupos políticos que por lo visto también están dispuestos a ayudar, y a otras empresas y entidades. Podíamos haberlo hecho de otra manera, claro, pero no nos sirve ahora lamentarnos, sino aprender de lo que se ha hecho bien y mal para mejorarlo de cara al año que viene».

«Como ya dijimos, no realizar el festival ha sido una decisión muy meditada, y tomada entre todos en el colectivo. Agradecemos la reacción de muchos vecinos, quienes han lamentado que no salga este año y quienes nos han dado ánimos. Mira, este año, que no hemos abierto inscripciones oficialmente,  ya teníamos más de 30 inscripciones de artistas y artesanos que querían participar en el festival. Nos sabe mal por todas estas personas, por las que lo han disfrutado y por los que iban a trabajar en esta edición. Y oye, que también nos han llegado y hemos escuchado críticas, que sinceramente apreciamos para mejorar siempre y cuando se hagan de manera constructiva y desde el respeto».

Visitantes e impacto económico

Si hemos puesto cifras al gasto, también hay que ponérselas a lo que aporta el festival a la población. Ponderar sus intangibles (como bien artístico, social, educativo, emocional, etc.), y a pesar de su capital importancia, se escapa a esta entrevista porque los baremos siempre son subjetivos. Hablemos pues de las cifras de visitantes y de su impacto económico y cultural en la población: «Desde la organización hemos hablado con bares y establecimientos del casco antiguo», explica Quique, «y el primer año, muchos nos decían que el mismo viernes por la tarde ya estaban sin existencias, teniendo que reponer sus despensas con urgencia. El primer año estimamos que vinieron unas 4.500 personas y el segundo año unas 8.000, pero afortunadamente los comerciantes ya estaban preparados. Y en cuanto a los artistas pues decir que se han ido muy contentos, a pesar de venir sin cobrar su caché, pues simplemente cobrando en las gorras han sacado bastante dinero. Un artista sacó 500 euros de estar trabajando el fin de semana. El pueblo de Petrer, por tanto, respondió muy bien y supo valorar el arte de calle, si este festival se hiciera y el público no colaborara con los artistas, estos no querrían volver».

Sobre el documento con la supuesta contribución del ayuntamiento en 2013

Así pues, desde la organización agradecen todo el apoyo recibido, las muestras de cariño de todos estos días y prometen seguir en la brecha con diferentes actividades que nos ayuden «a seguir difundiendo la cultura y para recaudar fondos para el año que viene». El tono del colectivo es claro: autocrítica, unión y construcción. No tienen ganas de estar en medio de un debate infructuoso, sino de uno superador.

Sobre el documento revelado estos últimos días, la supuesta ayuda recibida por el colectivo en 2013 por el consistorio, calificado como «factura inventada» por los socialistas y como «una estimación monetaria basada en informes técnicos» por los populares, ARTenBITRIR refiere lo siguiente: «Respecto a este tema pensamos que no se ha hecho de la forma más adecuada. Realmente el Ayuntamiento de Petrer nos ha ayudado mucho, haciendo muchas gestiones, poniendo escenarios, permitiéndonos estar en la barra de los conciertos locales -donde sacamos 900 euros-, asesorándonos en el Casal de la Juventud, permitiéndonos que utilicemos la fotocopiadora, Internet, el teléfono… La cuantificación que ha salido a la luz no nos parece muy rigurosa pero repito que agradecemos profundamente todo lo que han hecho por nosotros y lo que esperamos que sigan haciendo. No queremos entrar a valorar esto».

«Somos apolíticos, defendemos una cultura de calle y la calle es de todos»

«Si algo somos es apolíticos», incide Montoya. «Somos artistas, defendemos una cultura de calle y la calle es de todos. Cuando ha venido un voluntario a colaborar o un artista o un patrocinador a ninguno le hemos preguntado si es de izquierdas o de derechas, a ningún niño de ningún colegio que ha participado con su familia decorando las calles le preguntamos por su ideología… Es que esto no va de política, esto es otra cosa. Por nuestra parte agradecemos a todas las personas que intentan defendernos, pero les pedimos que lo hagan desde el respeto a todas aquellas que han colaborado y pueden hacerlo en un futuro, ya sean asociaciones, personas del ayuntamiento o nosotros mismo. Pedimos un poco de calma y de buen humor y  anunciamos que vamos a trabajar en que se haga el próximo festival el año que viene, pero con un poquito de alegría. Ojalá sea así y todos sumemos, y ojalá consigamos quitarnos la camiseta de tal partido y tal otro». 

El futuro lejano (una nueva edición del festival) y el cercano (gala infantil)

Quique ha insinuado en varias ocasiones en esta entrevista que esperan regresar el año que viene y que están abiertos a todo: «Se pueden ver otras formas de financiación y no cerrarnos simplemente a las que hemos propuesto, si realmente se quiere hacer podemos seguir buscando, nunca hemos dicho que hagamos las cosas ‘súper bien’, por decirlo así. Llevamos dos años y vamos a intentar ir mejorando. Realmente vamos a seguir luchando para conseguir financiación un poco de allí y un poco de allá. Queremos tener una buena base el año que viene para que al ayuntamiento no le cueste demasiado dinero y que los patrocinadores y colaboradores les sea más leve. La cuestión es trabajar para contribuir y tener lo necesario para realizarlo con los criterios de calidad que nosotros nos hemos marcado».

Una de esas actividades es la Gala Infantil de ARTenBITRIR, que se llevó hace unos días, en asamblea abierta, el 60% de la paga extra solidaria del Bloc. «En principio, la Gala Infantil va a constar de actuaciones de los escolares de colegios de Petrer, en el que cada centro tendrá unos 10 ó 12 minutos para presentar sus propuestas.  Entre cada actuación, como presentadores habrá artistas profesionales que se volcarán con la asociación trabajando voluntariamente. El dinero que conseguimos del Bloc es para poder alquilar un equipo de sonido, poder contratar un seguro de responsabilidad civil y poder cuidar a los artistas, que no son otros que los niños. Poder comprarles una buena merienda, un detalle y agradecerles que sean unos de los pilares de ARTenBITRIR. El colectivo también seguirá con sus actividades de formación, con talleres y cursos, de los que pronto tendremos noticias concretas. «La formación es muy importante y no siempre se tienen recursos económicos para poder ir a formarse a una escuela de arte dramático o a una universidad de bellas artes. Nosotros intentamos ofrecer cursos gratuitos o muy económicos para que cualquiera pueda ejercer o intentar introducirse en el mundo del arte, ya sean artes escénicas o artes plásticas».