Apenas tiene 30 años pero su juventud no le impide contar con una dilatada experiencia en el campo de la orfebrería. La maestría le viene de casta, ya que Roberto Esteve es hijo de Salvador Esteve, reconocido maestro joyero en la zona. El joven comenzó a interesarse por este arte y a adentrarse en él en la adolescencia y a día de hoy ya cuenta con su propia gama de creaciones, muy llamativa y con gran éxito entre el público, con iconos fieles de personajes musicales, cinematográficos o del imaginario pop.
«Hace ya 18 años desde que empecé con lo que hoy día es mi oficio y mi pasión, la joyería», narra Roberto. «Y desde hace unos años, me ronda la cabeza el hacer un tipo de joyas distinto, alejado de lo convencional. Se trata de de una joyería diferente, pero realizada de una forma totalmente artesanal, con las técnicas más tradicionales». En efecto, recientemente Roberto ha dado rienda suelta a su creatividad y ha comenzado a fabricar, artesanalmente, colgantes de aquellos artistas que más le llamaban la atención y ya cuenta con una amplia gama que se ha ampliado a pins y pendientes -también pulseras, etc.-, todos fabricados a mano y en plata de ley. Entre otras, encontramos creaciones de éxitosas series como «The Walking Dead» o «Breaking Bad», de personajes del cine como Frankestein, Darth Vader o The Blue Brothers o grupos musicales como The Beatles. También se atreve incluso con los famosos y divertidos «Comecocos» .
«Empecé haciéndolo como un regalo especial a amigos y familiares en cumpleaños y festividades así», relata, «pero a todo el mundo le gustaba mucho, me daban la enhorabuena, así que poco a poco fui madurando esta idea de hacerlo con una óptica más comercial». Esteve pasa varios días trabajando en cada joya, según la dificultad de la misma, desde su diseño por ordenador a su fundido, laminado, cortado, soldado, pulido, abrillantado, etc. «Lo hago todo, sí… ¡Para eso llevo toda la vida en esto! La plata de calidad, además, tiene una larga vigencia».
Todo lo que se le ocurra al cliente, en realidad. «La imaginación es el límite». nos dice. El interés en sus creaciones ha ido creciendo por momentos y también crea piezas de imágenes a petición de los clientes. Y es que, a partir de una fotografía- de un familiar, conocido o ídolo- el joyero es capaz de crear una joya en plata exclusiva, a mano, y de un realismo sorprendente.
Estos son algunas de las piezas, si te interesa alguna (recuerda también que se trabaja bajo pedido), puedes adquirirlas en esta página-pincha aquí-. Los precios oscilan entre 30 y 60 euros.
¡Qué buena idea! La verdad es que alguna vez había pensado en personalizar una joya… Me pasaré por ahí a ver si se puede realizar la idea que tengo en mente. 🙂
Todas las joyas son una pasada. Menos mal que hay gente que sigue haciendo joyas a mano. Sigue así.