Eduardo Ibáñez Juanes, más conocido por el nombre de EDU, nació en Palacios de la Sierra (Burgos) el 30 de abril de 1941, donde transcurrió su infancia hasta la edad de ocho años en que su familia emigró hasta la provincia de Alicante.
En Petrer comienza su trabajo en la industria del calzado, pero Edu no se identificó nunca con este oficio ni con el mundo de la máquina, él se sentía más atraído por el mundo de la plástica, debido, en parte, al ambiente familiar, ya que su hermano Alberto, unos años mayor que él, comenzaba a dar sus primeras pinceladas. Las circunstancias económicas no le permitían abandonar el trabajo e incluso, después de la jomada semanal, los días festivos tenía que ayudar a sus padres, que poseían una librería, a repartir la prensa diaria. Pero todo esto no era un obstáculo para que él en sus pocos ratos libres, ejercitara su afición preferida; también en las tertufias con los amigos en el Cafe «Gran Peña», hacia caricaturas y pequeños dibujos.
Su inquietud cultural le llevó a colaborar en una publicación local, realizada por un grupo de amigos, titulada Valia: igualmente participa en las exposiciones de caricaturas y dibujos realizadas en Petrer en la antigua sede de la O.J.E., siendo éstas sus primeras exposiciones públicas. En estas manifestaciones artísticas, Edu se identifica plenamente, de ahí, que decida enviar unos chistes y caricaturas a algunos diarios nacionales y tebeos, siendo muy bien aceptados: primero, por los editores y. una vez publicados, por el púbfico en general. Ante esta expectativa. Edu, a la edad de veintitrés años, cansado de trabajar en oficios que no le satisfacían personalmente, decide dedicarse por completo al humor, a pesar de no ser ésta una profesión bien remunerada.
En 1964 empieza a publicar chistes en diarios y revista entre las que cabe destacar Arriba, Ya. 7 Fechas, Pueblo, Alcázar. La Codorniz, Actualidad Económica, Blanco y Negro, Sábado Gráfico y en los tebeos de la Edttonal Bruguera: Can-Can y DDT. Por estas fechas sus chistes comienzan también a ser publicados en el extranjero.
Un periodista nos describe cómo llegó Edu al diario Arriba, con estas palabras: «…se presentó un día en Arriba con su aire humilde, su hablar levantino y con una carpetea de «monos» bajo el brazo. No conocía a nadie en Madrid, ni en el periódico, ni traía recomendaciones. Pidió hablar con el redactor jefe, enseñó los dibujos, los dejó y fuese. Asi comenzó la colaboración de Edu en Arriba, hace más de dos años. Hoy es uno de los dibujantes más cotizados en España…’
Ya introducido en el mundo del humor, se presenta en varios certámenes recibiendo diversos premios con un progresivo ascenso en lo que respecta a la envergadura de los mismos. Entre ellos caben destacar: En 1966, en la I Olimpiada Internacional del Humor y en el apartado de Dibujo, celebrada en Valencia, Edu recibe la Antorcha del Humor; un año después, es premiado en el I Festival Internacional del Chiste en Cádiz. Fue nombrado en 1968 Humorista del año por el Club Internacional de Prensa (Madrid), por el conjunto de caricaturas de actualidad publicadas en Arriba. Se le otorgó ese mismo año, también en Madrid, el Premio especial sobre el Chiste de la Construcción; fue premiado en 1971 en el I Concurso Nacional de Dibujos de Humor, celebrado en Elda. Galardonado igualmente en el Primer Festival del Chiste en Cádiz y en Chiclana de la Frontera, en el I Concurso Nacional «Sonrisas». En 1974, obtiene el Óscar del humor español, al ser premiado con la Paleta Agromán. El año siguiente, le fue otorgada la medalla de Bronce por su participación en la II Bienal de Humor y la Sátira, celebrada en Gabrovo (Bulgaria). Participa en el XII Salón Internacional de la Caricatura en Montreal (Canadá) y en la VIH Exposición Internacional Humorística, celebrada en Morosbca (Italia). Recabe un diploma por su participación en el XV Salón de ios Humoristas Knokke-Heíst (Bélgica), todo eio en el año 1976. Participa en 1977 como invitado en la IX Bienal Internacional del Humorismo en el Arte, Toterrtino (Italia).
Su trabajo humorístico es ya reconocido y, en 1970, es incluido en la antología B humor gráfico español del siglo XX, de la colección R.T.V. Pubfcca su primer tbre. Humor Iris, en 1972, al que le siguen Pksnhumor, Flores y Bombas y Pobre Gente, editados todos ellos por Burulán Ediciones, en San Sebastián.
Diez años después de haber conseguido el máximo galardón que se concede a los humoristas españoles, la Paleta Agromán, vuelve a obtenerla en 1984, siendo en esos momentos el único dibujante español que había conseguido este premio en dos ocasiones.
Paralelamente a la actividad humorística, ha ido realizando obras pictóricas con una muy marcada personalidad, participando en exposiciones locales y a nivel nacional, siendo su colaboración muy bien acogida, como lo muestra la serie de premios que ha obtenido a lo largo de su dilata carrera artística, entre los que destacamos: en 1959, el Premio en el II Certamen Juvenil de Arte en Alicante; I Exposición Interprovincial de Pintura en Novelda; Concurso de Carteles de Moros y Cristianos de Novelda, año 1964. Es notoria su participación en la I Exposición Internacional «El deporte en las Bellas Artes», Barcelona 1965; en el V Salón Nacional de Pintura en Alicante, 1967, y asimismo en el III Certamen Provincial de Artes Plásticas, celebrado también en Alicante.
Como consecuencia de esta intensa actividad artística, fijó su residencia en Madrid, entrando de lleno en el mundillo artístico: fiestas, reuniones…Mundillo totalmente opuesto a su manera de ser, debido a que es un hombre sencillo, más amante de la tranquilidad de un pueblo que de la vida bulliciosa y ajetreada de la capital, por lo cual decide volverse a Petrer.
A partir de 1977 opta por dejar su faceta humorística para dedicarse más a su obra pictórica. La decisión de abandonar el humor es debida a razones personales y en cierta medida socio-políticas, y es que esa época lleva a los humorista a practicar un humor punzante e hiriente respecto de unas personas a otras, lo cual no va con su manera de ver el humor, pues considera que la persona está por encima del mismo.
Desde su observatorio escéptico, Edu, que es al fin y al cabo un sociólogo, asiste dolorosamente impresionado a las carreras sin objeto, a las luchas despiadadas, a los sacrificios inútiles, a las disputas políticas, a las guerras de todos los días. Es el alucinante ir y venir de los cobayos.
En suma, es Edu un hombre de gran personalidad, reflejada ya en su misma apariencia, como muy bien ha sabido captar Vilabelia Guardiola: «Hombre con gran fama de seriedad. Se ha dejado crecer la barba y el bigote y empieza a quedarse calvo por la parte delantera como los de derechas de toda la vida y en vez de un aspecto despreocupado y bohemio como otros artistas del humor, tiene una pinta respetabilísima y cierto aire de ministeriable de antes de la guerra. Todo el mundo coincide, sobre todo sus parientes y amigos, en que el señor Ibáñez cuenta con un perfil muy propio para ser inmortalizado en bronce, para quedarse con la mano extendida y la palabra en la boca, mirando a sus paisanos desde el centro de la plaza, y si se lo propone, alguna vez un dibujante de humor tendrá que conseguirlo, puede ser el próximo vecino de Petrer que se encarame a la plaza pública para presidir la vida de la villa durante cien años, hasta que otro ciudadano ilustre la desaloje de su pedestal, porque los hombres como los pueblos son mudables en sus pruebas de admiración y cariño y no hay estatua pueblerina que dure más de un siglo».
Obra humorística
Edu, se inicia en la vida artistica dando sus primeras pinceladas a los 15 años; el humor gráfico y la caricatura personal vinieron a continuación, aunque no recuerda exactamente qué fue lo que le motivó, si bien no es de extrañar, porque tampoco recuerda cómo conoció a la que hoy es su esposa.
Se inspira prácticamente en todo: «desde Dios a una hormiga, pero en lo que más me concentro es en el animal más animal que hay sobre la tierra y a cuya especie pertenezco».
En sus chistes intenta reflejar la vida tal y como la ve, aunque su visión casi nunca coincide con la de los demás, por eso cuando la gente ve su obra se sonríe.
Edu, realiza todo tipo de chiste, desde el humor político al social, pasando por el humor blanco, negro, verde, marrón, etc. Para él lo más importante en el chiste es la idea, ya que piensa que el dibujo o el texto sólo son el vehículo para expresarla.
En la década de los sesenta, como ya hemos dicho, aparecen sus primeros chistes en tebeos y posteriormente empieza a colaborar en varios diarios nacionales, siendo en Arriba donde tendrá una publicación diaria, considerándose ésta casi una editorial, ya que gran parte de los periódicos de provincia lo reproducen, posteriormente, en sus páginas. Su éxito en Arriba le llevó a merecer el honor de ver publicados sus chistes en la portada y a todo color.
Aunque Arriba era un periódico integrado en el sistema político del momento, los chistes de Edu no fueron nunca triunfalistas, su humor más o menos punzante no fue obstáculo para que se dejaran de publicar en este diario ya que el mismo periódico se regocijaba de ello, hecho que de haber ocurrido en otro rotativo hubiera sido fuertemente censurado.
Se plantea la realización de libros de humor, pero esto no es tarea fácil, ya que acarrea varios problemas, entre ellos uno de los más importantes es la financiación, pues él no dispone de medios económicos propios y hubo de recurrir a las editoriales. Sus libros son editados por Burulán Ediciones.
Humor Iris es su primer libro, publicado en 1972, al que le siguen Plurihumor, Flores y Bombas y Pobre Gente. Estas publicaciones son muy bien acogidas tanto por el público como por la crítica; de Humor Iris se ha dicho: «Hay casos en que sobran las palabras, uno cuando no se entiende nada, y otro, cuando se entiende todo. Edu es uno de esos humoristas de lápiz, que ya tiene ganada fama de veterano. En él se entiende todo, no hay misterio, todo aparece claro, tierno, melancólico, negro, según lo exija el tema o lo pida el alma. Este, su primer libro, no sabemos si de dibujos recopilados o absolutamente pensados en función de una continuidad, sirve para subrayar su ingenio original a través de cinco capítulos con cinco temáticas, que van expresadas con simples denominaciones de color: negro, gris, blanco, morado y verde. La capacidad de síntesis y de claridad de Edu, tanto en los chistes con apoyo literario como en aquellos sin palabras, es realmente maravillosa».
El capítulo negro habla de una realidad amarga a la vez que irónica con la gracia de la espontaneidad y la chispa de lo que sabe real.
El apartado gris, de trasfondo político-social, está lleno de audacia y mordacidad. Es un sagaz reflejo de los diversos estratos sociales, se ve en ellos el círculo vicioso que nos rodea.
El blanco critica abiertamente, pero con acento sencillo y amable, el contenido de una sociedad conformista a través del hilo de lo irónico. Quizá por aquello de que la ironía es el arma del desesperado, la burguesía escéptica, con el afán de europeizarse sin salirse de su tradicional trayectoria, está magistralmente retratada en su capitulo morado.
Para no dejar ningún cabo suelto está el verde, dedicado al sexo con morbosidad chispeante, fiel exponente de la frustración sexual que invade a los modernismos actuales y está arraigada como una malformación de siglos.
Entre sus características cabe destacar tanto la agudeza del dibujo como lo incisivo de sus textos; aunque sus viñetas siempre están repletas de una gran ternura.
Dice P. García en el prólogo del libro: «Creo que el humorismo de Edu es dialéctica. Tal dialéctica que en él es un impulso natural que guia a la investigación de la verdad en su circunstancia o en su coyuntura, para lo que utiliza como medio casi exclusivo la imagen. Si el hombre es un ser que piensa en símbolos o imágenes, Edu llega directa- mente al sentimiento por el camino más corto, con ese su trazo estilizado y expresivo que le está convirtiendo en uno de los artistas del humor gráfico de mayor promoción, como lo demuestra el número y la calidad de las publicaciones en la que es colaborador asiduo».
En Plurlhumor, su segundo libro, hay chistes de todas las categorías, no tiene una unidad temática, pero si la gracia y finura del sarcasmo con que Edu ve los acontecimientos más serios de nuestra
vida política y social de la actualidad. Él sabe ver a todo su lado humorístico.
Su tercer libro Flores y Bombas, recibe el titulo por ser estos dos elementos sus principales temas. Pobre Gente es una critica mordaz a la pobre gente que somos todos en general.
El autor pretende, o al menos asi se desprende de su obra, llegar a los sentimientos de una forma directa a través de los símbolos. Con su lenguaje visual, exagerado en ocasiones, destaca una realidad desenmascarando el fondo de las cuestiones para ofrecerlas asi al lector.
Las situaciones, los diálogos mudos o escuetos están repletos de una comunicación, a la par que de una disconformidad con la comunicación, que se usa en nuestra sociedad.
Según Fernández Pombo, Edu ha contribuido decisivamente a esa nueva línea de humor que oscila entre lo ingenuo y lo intelectual, que va del esperpento al retrato psicológico.
Edu es uno de los humoristas españoles que ha conseguido más premios en los certámenes nacionales. Es casi un coleccionista de trofeos.
En 1974, recibe la Paleta Agremán, que de todos los trofeos que se conceden en España a los dibujantes de humor, es el más importante y significativo. Es algo así como el Óscar para los actores, el Premio Nobel para los ilustres de las letras, o el «Tour» de Francia para los esforzados de la ruta.
La Paleta Agromán es un premio anual que la empresa constructora del mismo nombre instituyó en el año 1958. Agromán, S.A. edita un estupendo almanaque para distribuirlo entre sus amigos y clientes donde en democrática convivencia, aparecen unos 200 chistes de los más importantes dibujantes del momento y también de los más bisoños y jovenzuelos: es un trofeo abierto a todos los españoles del rotulador y la plumilla.
Un jurado compuesto por diversas personalidades del humor como Mingóte, Dátile, Dávila y varios ganadores de la Paleta Agromán de años anteriores, concede el premio al mejor chiste entre los seleccionados. El galardón nunca recae en los más jóvenes y desconocidos, casualmente se lo llevan los más importantes y significativos. Conseguir la Paleta Agromán es el reconocimiento por los propios colegas de la valía de un dibujante.
En los últimos años lo han conseguido Cese, Abelenda, Pablo, Máximo, Dodot, Tono, Ballesta, Puig Rosado, Mena. Son muchas las felicitaciones recibidas por este premio, entre ellas la de Manuel Calvo Hernando, subdirector del diario Ya.
Podríamos considerar este año muy importante para Edu, ya que junto a la obtención de la Paleta, será incluido en el libro La política española entre el rumor y humor de José Manuel Gironés, y también distinguido como Humorista del Año por Radio Juventud de Burgos, por lo cual recibe la felicitación del presidente de las Cortes.
Aunque la opinión que le merecen los premios a Edu es la siguiente: «Si están bien dotados económicamente y me los conceden a mí, me parece muy bien (aunque esté feo decirlo)». Con ocasión de su participación en la II Bienal del Humor y la Sátira de Ga- brovo (Bulgaria) fue invitado a visitar dicho país, lo que le sirvió para conocer más a fondo el humor internacional y hacer muy buenos amigos entre los humoristas de diferentes países. Fue, en definitiva, una experiencia muy positiva de la que guarda un grato recuerdo, como él mismo nos ha referido.
En 1977 le solicitaron datos y obras para incluirlos en la Antología Mundial del Humor Siglo XX, que fue editada ese mismo año en Bulgaria y distribuida, posteriormente, en los cinco continentes.
Su visión del humor en 1977 respecto a años anteriores y al futuro del mismo era la siguiente: «Lo veo como un perro que hace unos años era pequeño, ladraba y mordisqueaba los bajos de los pantalones y por ser así, hacía gracia: Hoy ese perro ha crecido y además de ladrar se tira a morder al cuello. ¿El futuro del humor?, tendrá épocas de oscuridad y épocas de florecimiento como todo en la vida».
A partir de estas fechas deja un poco al margen su producción humorística para dedicarse más de lleno a su obra pictórica, aunque en 1984 vuelve a obtener la Paleta Agromán y compagina el humor gráfico con la producción de cuadros.
El aspecto más importante de Edu como humorista es que es inclasificable, pues manteniendo un gran nivel de calidad no se ha especializado en ningún tema como es habitual entre los dibujantes españoles. Es un humorista valiente y crítico que ha aforntado la realidad con agudeza y decisión.
Hoy, sus convecinos solemos verlo con su imagen tímida y respetable paseando con el periódico bajo el brazo en las plazas del pueblo. Se sienta, lee y dibuja arropado por las ideas del acontecer político provincial. Edu pubica diariamente en el periódico ABC. El acierto en las cuestiones elegidas y en la forma de tratarlas hace que varios partidos políticos y diversas instituciones sociales tengan en sus tablones algunos de los mejores chistes de nuestro humorista.
Obra pictórica
A los 15 años inicia su actividad pictórica practicando el retrato y el paisaje. La pintura surrealista vendrá después, ya que durante algunos años se dedicó exclusivamente al humor gráfico, quedando la pintura postergada a un segundo plano.
A finales de los 70, su actividad artística está totalmente centrada en la pintura, pero sin embargo no puede dedicarse a ella por completo, ya que como sabemos no sólo la pintura sino también el arte y la cultura están poco apoyadas por el público en general, por lo que tuvo que compaginarla con una actividad secundaria, aunque él siempre confío en que esta situación cambiaría y podría dedicarse plenamente a la actividad artística. En la actualidad, se dedica de manera exclusiva al humor y a la pintura y piensa que un buen profesional debe vivir de lo que hace, y la pintura es una profesión, a pesar de la aureola que lo rodea.
Su obra surrealista puede considerarse muy personal en cuanto a los temas, aunque hemos observado por algunos elementos de los que aparecen en su obra que podrían tener ciertas reminiscencias con El Bosco, pintor del siglo XVI considerado como el precursor del surrealismo. Elementos como los astros son muy frecuentes en su obra, que vienen a representar, ante la realidad del cuadro, como un mundo aparte pero presente., figuras muy estilizadas en algunas ocasiones aladas, también aparece el desnudo, campanas transparentes que envuelven fetos, animales. huevos. A esos seres algo extrañes se asocian siempre formas reales. Cada detalle toma una significación simbólica cuya interpretación puede plantear problemas, pero sin embargo expresa un pensamiento general claro.
En cuanto a las tonalidades predominan los azules muy acordes con su personalidad, pues nes reflejan la calma, la quietud y ta tranquilidad.
Por lo que se refiere a los temas, éstos dependen del momento o de su estado de ánimo. Unas veces refleja en la pintura sus pensamientos, sus intenondades, sus sentimientos; sin embargo, en otras ocasiones, se evade y planta su caballete ante un paisaje que le gusta y lo plasma en el lienzo.
Al hablar de la otora pictórica de Edu, no podemos olvidamos de una etapa en su trayectoria artística repleta de temas cargados con una brizna de amargura Nos estamos refiriendo a cuadros como aquel en ei que hay gente apiñada en un campo de concentración. Un interno saca una mano por entre la balaustrada de espinos. Porta un bote lleno de agua; y una mano riega una flor que crece fuera, a la vista de todos los presos… Esto ocurra a principios de los ochenta.
Edu ha realizado numerosos cuadros al óleo y la acuarela. La técnica pictórica que practica en la actualidad es la pintura acrílica, siendo uno de los precursores en utilizar este tipo de pintura. Con esta técnica, que podemos afirmar domina a la perfección, consigue unas transparencias y tonalidades muy bellas y sugerentes.
La obra pictórica de Edu ha evolucionado en gran medica En sus cuadros actuales el artista dibuja un mundo de fantasía, el mundo de los sueños, lo onírico envuelve toda su obra. Es el mundo de lo bello, lo apacible, lo ideal, todo ello cargado con un toque de erotismo. Su pintura emana belleza, fantasía, tranquilidad, se trata sin duda de la obra de un pintor que ya ha alcanzado la mayor en el difícil mundo del arte.
Su obra es conocida en todo el ámbito provincial, pues ha participado tanto en exposiciones colectivas como en individuales, siendo galardonado en algunas de ellas, aunque esto no lo ha motivado lo suficiente como para transportar su obra por todo el ámbito nacional, debido a las dificultades que tiene el traslado de la obra como son embalajes, transporte y en cierta medida dificultades económicas, aunque él piensa que algún día tendrá que decidirse a salir de la provincia. Edu fue invitado por la Galerie Salammbo a exponer sus cuadros en París pero, quizás debido a su forma de ser, se permitió el lujo de rechazar algo que otros artistas hubiesen aceptado de muy buen grado. Por el contrario su obra humorística, no sólo ha sido expuesta en toda España, sino también en parte del extranjero.
Su nombre va poco a poco adquiriendo más popularidad y le cuesta desprenderse de sus cuadros pues cada uno en particular refleja un sentimiento en un momento determinado.
Personalmente, vemos en Edu a un hombre tremendamente humano, sensible, escasamente locuaz, prototipo del hombre que se ha hecho a si mismo, pues fue efímera su etapa escolar y esto no lia sido obstáculo para que haya adquirido una formación muy protunda.
Su carácter es el de un hombre castellano y se autodefine como: «Soy como un árbol, mis raíces están en Castilla y me nutro de la savia de esta tierra, si hay algo de profundo en mi obra sale de mis raíces, en cambio la superficie, las hojas, las ramas, el tronco, están en Levante y si hay algo de alegre en mi obra, eso sale de la superficie».
A través de su trayectoria artística siempre ha procurado mantenerse fiel a sus ideas y ha renunciado a ser actor de esta comedia — o drama— que es la vida española, para convertirse en espectador.
Para terminar, desearle muchos éxitos en su trabajo y animarle a que se prodigue más y a que nos ofrezca, con mayor frecuencia, la oportunidad de poder contemplar y admirar su producción artística, posibilitando que todos los petrerenses podamos disfrutar del torrente de Imaginación, armonía, colorido y buen hacer que emanan, de una manera muy especial, de la obra de este petrerense que ha cosechado numerosos éxitos en su vida profesional y al que podemos considerar, sin duda, uno de los mejores humoristas de España.
Pintor y analista crítico-humorístico de la sociedad
Nací en el año 1941, en Palacios de la Sierra, provincia de Burgos, en lo que hoy es Castilla-León y antes Castilla la Vieja.
De mi niñez alli, recuerdo los crudos inviernos de nieve y hielos, los largos carámbanos que colgaban de los tejados, la trilla del tngo en verano, los canos tirados por vacas cargados de heno y su penetrante olor, el jugar a buscar nidos o a coger renacuajos en las charcas, las largas horas que pasaba con mis hermanos. ¡Todo el tiempo era nuestro!, sin televisión (aún no había llegado), sin tebeos, sin juguetes prefabricados, a solas con nuestra imaginación.
Recuerdo la Casa del Concejo, donde el mismo salón servia para el baile que para los Concejos, y por el que bajo los pies y entre las rendijas del piso de madera se podían ver en la planta baja dos toros sementales propiedad del pueblo, que se agitaban nerviosos por la música y el ruido de los que bailaban. ¡Qué espectáculo cuando estos enormes toros se peleaban por las calles del pueblo!
También recuerdo el colegio, donde habia una ardilla disecada en el armario donde se guardaban los pizarrines y la iglesia, donde todos los años anidan las cigüeñas. La matanza del cerdo, las morcillas y los chorizos colgados para su curación.
La cocina de mi abuela, donde la luz penetraba por la chimenea en forma de cono y en la que en verano anidaban las golondrinas. El rio, los molinos de agua, el robledal, los pinares… El olor a madera… Todo eso se acabó en 1949 cuando mis padres deciden emigrar a la provincia de Alicante, concretamente a Novelda, donde mi padre tenia amistades de cuando la Guerra Civil, ya que estuvo herido en el Casino de esta ciudad, pues habia sido habilitado como hospital de guerra.
En Novelda, vivimos unos meses en casa de una señora conocida como Matilde la sargenta. A pesar de que yo habia tomado la primera comunión en mi pueblo, esta buena señora me propuso tomarla de nuevo, ya que si asi lo hacia, me darían un trajecito hecho a medida, compuesto de un pantaloncito corto, una cazadora, una camisa con su corbata, unos calcetines y unos zapatos, ¿o eran alpargatas?… Por lo tanto yo presumo de haber tomado dos veces la primera comunión.
Pasado un tiempo, nos fuimos a vivir a una casa a las afueras del pueblo, en la carretera de Aspe, la cual tenia un patio grande donde criábamos conejos, mi madre lavaba la ropa en una acequia de riego que pasaba por detrás de la casa, junto a la cual habia una higuera.
Cuando volvía del colegio llamado La Illa, me entretenía a la puerta de un taller donde hacían escobas; los que alli trabajaban me propusieron entrar de aprendiz, no había cumplido los diez años, pero acepté ilusionado, y con lo que ganaba pagaban mis padres el alquiler de la casa.
En 1951 nos venimos a vivir a Petrel, nuestra primera vivienda estuvo en la calle Castelar, conocida también por la calle San José, vivíamos de alquiler en casa de Justo el campanero.
Empecé a trabajar de aprendiz de zapatero en casa de un tal botero, en la calle San Rafael, de allí pasé a un taller de finisaje o terminado en la vecina ciudad de Elda, el motivo, que me pagaban dos duros más a la semana. En una bolsa de tela (aún no existían las de plástico) me llevaba la comida y me quedaba a comer en el taller. Un día para matar el tiempo cogí un carbón y dibujé a tamaño natural, en una pared de yeso blanco, al Guerrero del Antifaz, luchando con su mortal enemigo AJt Kan. Conforme iban llegando los operarios al turno de la tarde, era objeto de comentarios. Uno de ellos avisó al jefe, un tal Coloma, para que viniera a ver algo que le iba a causar sorpresa: «¡Pero no me pintes más las paredes!». No le hice caso y seguí pintando en las paredes y en cualquier papel que caía en mis manos. De nuevo volví a trabajar a Petrel, esta vez en la fábrica de Uto, allí me aficioné a la caricatura personal gracias a Antonio Espinosa, un compañero que las hacía muy bien, y entre él y yo no quedaba compañero de trabajo o visitante al que no le hiciéramos la caricatura.
Recuerdo con satisfacción los cantares que tentamos acompañados por el rudo de las máquinas y los dúos que hacíamos Mano y yo, imitando al Trío Calaveras, a Los Panchos, a Irma Vita y a tantos otros. ¡Cuánto se trabajaba y cuánto se cantaba!
Por aquel entonces, mi hermano Alberto y yo, que compartíamos las mismas aficiones salíamos al campo a pintar del natural, aprendiendo a observar las distintas tonalidades, la luz, la perspectiva…
Cuando pinábamos en casa, lo hacíamos copiando reproducciones de los clásicos, o bodegones del natural, o bien pedíamos a nuestras hermanas, Soledad y Amelia, que pesaran para retratarlas. ¡Cuánta paciencia han tenido!
Por acuella época, un grupo de amigos formamos el Club de la Cultura, nos reuníamos en casa de Joan Ramón, un joven muy especial debido tanto a su altura física como intelectual; allí estaba Luís N. Sala, Francisco Máñez, Manuel Sarabta, José María Bernabé, Társüo Serrano, Joaquín Maestre y Antonio Espinosa. Allí se gestó la idea del periódico Villa. También por entonces realizamos en la antigua sede de Falange, posiblemente, la primera exposición en Petrel de pintura, cfbujo de humor y cuentos, en la que colaboramos mi hermano Alberto, José M .* Bernabé, Pepe Labrador y yo. Animados por el éxito de público obtenido, realizamos otra en la vecina Elda, esta vez patrocinada por el Centro Excursionista de Elda. con el título «Los tres duendes*. Eufóricos por los éxitos, José M ª Alberto y yo nos lanzamos a intentar publicar nuestros dibujos en la prensa. El primero no tuvo suerte y el mundo perdió un humorista, pero a cambio el Presidente de la Generalitat ha ganado un asesor.
Cada vez me iban saliendo más colaboraciones, dejé la fábrica para dedicarme de lleno a ello. Conocí a Luísíta, festeamos unos años, nos casamos, pasó el tiempo y nos vino Elena, ¡la mejor obra de arte que he realizado!
Llegó un momento en que me cansé del humor y ni corto ni perezoso me dediqué al mundo de la empresa, y sin tener ni idea del mundo turístico monté Viajes Valle, al cabo de ocho años me cansé de esto y también lo dejé. Me propuse dedicarme sólo a la pintura, pero en es intervalo me llamaron del diario ABC proponiéndome que me hiciera cargo de la viñeta diaria de humor de la edición alicantina. Y en ello ando ahora, creando una crítica humorística diaria de lo que acontece en la provincia.
Y por último, decir que me gusta pintar, me gusta pensar y realizar el chiste diario, me gusta regar las flores de mi terraza y me gusta pasear por el casco antiguo de Petrel. ¡Eso sobre todo!
Buen reportaje de un artista inmenso,
Me gusta su humor y como retrata lo que nos rodea.
Que satisfacción poder leer la vida de Edu tan intensa y constrtiba hemos vivido durante 60 años en Suiza pero siempre que hemos podido fuimos a disfrutar de sus exposiciones con nuestro amigo mario y su hermano ipolito