Nos llegó la información de que a cuatro de los cinco reunidos les iban a aplicar un impuesto directo. De los cinco compañeros, excepto el firmante que tiene algún recurso y de ésta se libraba, los demás estaban en el paro, y su mantenimiento dependía exclusivamente de su entorno familiar. La verdad es que en esta tertulia la voz cantante la llevaba yo y los demás se dedicaban a asentir y a hacer muecas y muestras de su indignación.

Nos acordamos de que el partido gobernante en nuestra ciudad prometía bajar los impuestos ¿os acordáis de la tasa de basura que iba a suprimirse? ¿Sabíais que no sólo no se ha suprimido, sino que a la concesionaria Fobesa se le termina de pagar cerca de un millón de Euros gracias a un nuevo préstamo al 5,5 % de interés? ¿Os acordáis de las movilizaciones que montaron?

Pasaron varios minutos en silencio, nos mirabamos fijamente a la cara con los ojos casi cristalinos en una mezcla de enfado y de frustración y todos meditábamos sobre las pocas o nulas posibilidades que tenían los cuatro de emanciparse y no depender de su familia y si se atrevían a vivir por ellos mismos el futuro era desesperanzador?

Yo sabía lo que todos pensaban, pues de tanto tiempo manteniendo una estrecha relación, solamente con observarnos ya sabíamos lo que les preocupaba a cada uno. Ellos intentaban disimular e incluso intentaban animarme a mí, pero la verdad es que no lo conseguían.

Y nos preguntábamos por qué los impuestos no se los aplicaban, a nivel nacional, a las grandes fortunas. Leíamos las respuestas de nuestros mandatarios, a ellos no se pueden poner impuestos por qué no se pueden controlar, entre paraísos fiscales y cruce de sociedades es muy difícil. Claro, les comenté yo, a vosotros si que se os puede controlar, pues estáis micro-chipados, así de facil y váis derechos a «pagar el pato».

En definitiva, (a menos que lo impidamos) a vosotros cuatro, LAIKA, ALBERT-COC, GUASA Y REPU, si se os va a aplicar una tasa y así las arcas municipales tendrán unos ingresos extraordinarios que les permitan gastarse en propaganda todo lo que haga falta para demostrar que los malos son los otros y que ellos son perfectos.

Entre un montón de ladridos, decidimos dar un paseo, empezamos con la cabeza baja y nos fuimos animando, hasta que llegamos a un estado de optimismo, quedamos en asistir a las próximas movilizaciones, el 1 de Mayo con los sindicatos y el 12M con los indignados, para intentar frenar tantos desatinos y conseguir un Petrer mejor y un Mundo posible.

Un Saludo y cuatro guaus.