La semana pasada conocimos una lamentable noticia: el Consell dejará sin personal técnico al Paisaje Protegido del Maigmó-Sierra de Cid durante los meses de verano. Únicamente serán dos los peones asignados para este sistema montañoso de casi 15.000 hectáreas.

Dados los terribles acontecimientos sucedidos durante los últimos días en el interior de la provincia de Valencia, y con unas previsiones que apuntan a un verano especialmente caluroso y seco, me parece una decisión totalmente irresponsable y desafortunada, si bien es representativa de las políticas aplicadas desde el Gobierno Valenciano en materia de medio ambiente, unas políticas cuyas prioridades se alejan cada vez más de las necesidades de nuestra sociedad y de su entorno.

Incumpliendo el compromiso de elaborar y tramitar un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del “Paisaje Protegido de la Serra del Maigmó y Serra del Sit”, las sucesivas medidas aplicadas en torno a este paraje parecen caminar en la dirección contraria: la falta de atención, la reducción de vigilancia y, en definitiva, dejar vendido un paraje emblemático y de incalculable valor medioambiental para nuestra comarca. Por todo ello, y visto el desastre ambiental sucedido en el entorno natural de nuestra comunidad (el mayor en las últimas dos décadas) es necesario que desde la Generalitat y con la presión de las administraciones locales se definan correctamente cuáles son las prioridades.

El equipo de gobierno de Petrer, cómplice de esta nueva política de dudosa austeridad, nos recomienda a los ciudadanos a través de los medios de comunicación locales extremar las precauciones, estar vigilantes… algo que, sin embargo, parece no ser una de sus prioridades, permitiéndose desatenderlo de manera alarmante, y más sabiendo que ya no existe ni la Brigada Rural de Emergencia de Petrer ni los turnos en el observatorio forestal de vigilancia de Maigmó.

Ahora es el personal técnico del Paisaje Protegido el que va a desaparecer, dejando más desprotegido aún un entorno que por denominación debe estar, ante todo, protegido.

No podemos culpar al Consell de la ocurrencia de incendios en nuestra geografía sobre todo durante los meses de verano, ya que son accidentes que suceden previsiblemente, pero  mentiríamos si dijésemos que los recortes del Consell en la prevención de incendios no han influido en la magnitud del desastre ocurrido en Valencia. Y tampoco seríamos realistas si no dijésemos que, en caso de que lo mismo ocurriese aquí, esas políticas de recortes tendrían mucho que ver. La desaparición progresiva del personal que atiende y vigila nuestros montes podría bien considerarse una negligencia en caso de un desastre, algo que, para bien de todos, esperemos que no ocurra nunca. No nos podemos permitir que otro desastre como el ocurrido en Dos Aguas se repita.

Desde el Partido Popular nos dirán que nuestra Comunidad dispone de un amplísimo dispositivo de prevención y extinción de incendios con una inversión de casi de 100 millones de euros y cerca de 11.500 personas implicadas en el mismo. Lo que no nos dirán es que han tomado la decisión de reducir el fondo de prevención anti-incendios en un 14% durante este año, que la inversión ha bajado en 15 millones de euros desde el año pasado y que durante este verano habrá 200 efectivos menos en la lucha contra incendios en la Comunidad Valenciana.

Por todo ello, es fundamental hacer valer los principios de preservación y protección de nuestro más preciado entorno desde las administraciones locales y autonómicas. Es imprescindible que dichas administraciones asuman esta responsabilidad facilitando todos los recursos necesarios para evitar que episodios como los que estamos sufriendo en la provincia de Valencia se vuelvan a repetir.

Cristina Rodríguez Armigen

Equo Verds Petrer y Elda.