Una de las acepciones de “juventud” es “energía, vigor, frescura”. En este sentido, casi por definición, la juventud se caracteriza por la rebeldía y el inconformismo. Esas cualidades se han plasmado a lo largo de la historia de la humanidad: los jóvenes han sido el motor de numerosos cambios sociales y revoluciones, o como mínimo han estado presentes en esos procesos de transformación. Los movimientos juveniles han asumido formas contraculturales y revolucionarias en aspectos morales, sociales e incluso políticos, cuestionando activamente ciertos valores sostenidos por la generación de sus padres.
Ese carácter contestatario de la juventud está manifestándose de nuevo en la sociedad actual, tras casi 20 años de mal gobierno del Partido Popular. Concretamente, está invadiendo las calles y plazas de los municipios de nuestra comunidad autónoma y del resto de España. Se trata de una primavera valenciana que requiere el planteamiento y la respuesta de dos cuestiones.
¿Por qué? Por una razón muy sencilla: porque las medidas restrictivas del gobierno del Partido Popular, tanto a nivel nacional, autonómico como local, son un grave atentado contra las necesidades básicas de los ciudadanos en general, y de los jóvenes en particular. Son recortes que impiden un desarrollo adecuado del derecho a la educación, recortes que minoran la calidad del proceso formativo. Y recortar en educación y formación significa recortar en futuro. Además, la nueva reforma laboral supone un fortísimo obstáculo para la accesibilidad de los jóvenes (y del resto de población en edad laboral) a un puesto de trabajo digno, así como un intolerable deterioro de las condiciones de trabajo para cualquier empleado. Con esta gente y su forma de gobernar vamos a retroceder 30 años / Esta forma de gobernar conlleva un retroceso de 30 años.
¿Para qué? Para una finalidad muy clara: para que los gobiernos populares se den cuenta de que los jóvenes no están en absoluto conformes con la política que están llevando a cabo. Es necesario que sean conscientes de que un elevado número de ciudadanos no consiente que se pongan en juego, incluso en peligro, sus derechos primarios sin ningún tipo de escrúpulos ni remordimientos ni consideración por parte de dichos gobernantes.
Desde Juventudes Socialistas de Petrer no sólo apoyamos y respaldamos esos movimientos de protesta, sino también los alentamos y promovemos. Lo que no apoyamos ni apoyaremos son los actos vandálicos llevados a cabo por cuatro inconscientes. Negamos y criticamos, por tanto, las acusaciones vertidas sobre el PSOE desde los medios conservadores rancios y corrosivos que abundan en el panorama informativo de que esté detrás de todo el movimiento de protesta juvenil. Por ello nos unimos a esos jóvenes desencantados, desilusionados, decepcionados e indignados que alzan su voz contra la deshumanizada actuación gubernamental llevada a cabo por el Partido Popular. Porque no queremos ser testigos silenciosos del derrumbe de nuestra sociedad y de nuestro Estado del bienestar. Así pues, desde Juventudes Socialistas de Petrer nos adherimos a sus reivindicaciones y les hacemos saber que en nosotros tienen un altavoz para canalizar su malestar.