No fue sencillo el partido ante el Maristas de Alicante, al menos para los estándares a los que nos están acostumbrando los muchachos de Pellín. El equipo de la capital salió a jugar con toda la intensidad del mundo y con una defensa muy agresiva que en ocasiones bordeó el juego duro (8 expulsiones en el partido y pudieron ser más). “Es lo que tiene ser el líder”, explica Pellín, “todos quieren ganarte”. Pero ni por esas: el equipo respondió bien y aguantó el arreón de los primeros minutos, aunque el Maristas, inflado de un ardor guerrero que pocas veces hemos visto, siguió compitiendo para impedir el tirón de los petrerenses, que “sólo” se fueron dos goles arriba al descanso.
En la segunda parte el Bm. Petrer siguió a lo suyo y al Maristas le fueron fallando progresivamente las fuerzas. Es lo que tienen los petrerenses: un equipo compacto y variado que acepta muy bien las rotaciones y en el que todos aportan. A la larga, funden a cualquier rival, y más si tenemos en cuenta que su juego –conscientemente- siempre va “de menos a más”. Así las cosas, la inevitable brecha en la regularidad de juego entre ambos conjuntos llevó al Bm. Petrer a escaparse de nueve goles a falta de diez minutos. Con el marcador decidido, el Maristas apretó en los últimos instantes para maquillar el marcador: 25-30.
Y bueno, digámoslo ya claro: sólo una hecatombe impedirá al Bm. Petrer disputar los playoffs. Se clasificará automáticamente si gana uno de los dos partidos que le restan, y teniendo en cuenta que el segundo (Benejúzar) y el tercero (Benidorm) aún tienen que enfrentarse en duelo, casi seguro que lo hará como primer clasificado, lo que le permitirá al club pedir la sede para el torneo regional de ascenso. Pero tiempo habrá de profundizar en ello; de momento “centrémonos en el próximo partido ante el Elche, un buen equipo, el último que nos ha derrotado”, advierte Pellín. La revancha, muy esperada por los jugadores, quienes mantienen con Elche una sana rivalidad desde los tiempos de juveniles, será este sábado a las seis y media en el pabellón municipal. De ganar, además de conseguir la clasificación matemática, el equipo habría superado a su última némesis y se pondría con una inmejorable racha de diez victorias seguidas.
Enhorabuena majos! A ver si devolvéis este equipo donde se merece y no donde lo mandaron y desmantelaron los supergalácticos y algún que otro espabilao hace unos pocos años… Y si organizais la fase aquí ya sería cojonudo!!!Suerte!!!