Guillermo Bernabéu, diputado socialista por Alicante y representante de España en el Grupo de Seguimiento del Proceso de Bolonia, ha estado hablando con nosotros sobre esta reforma educativa europea. Siendo posiblemente el mayor experto nacional en el tema, ve con “sorpresa”, pero con “comprensión y sin alarmismo” todas las manifestaciones que, sobre todo estudiantes (en ocasiones secundados por profesores), han protagonizado en los últimos tiempos en toda España. Hace poco más de un mes, por ejemplo, eran 7.000 estudiantes en Cataluña y casi los mismos en Castilla La Mancha los que protestaban; hace incluso menos, otro gran número de jóvenes se concentraba en Madrid para rechazar este proceso, que en palabras de Guillermo “trata de crear un espacio educativo superior europeo común y consensuado, que todavía no existe”.
Guillermo se muestra tajante respecto al mismo: “soy de los que piensan que si el Proceso de Bolonia no existiera, habría que crearlo”. Exvicerrector de la Universidad de Alicante y doctor en física por la Universidad de Valencia, Bernabeu contextualiza la reforma: “He escuchado muchas reivindicaciones respecto del proceso de construcción europea, generalmente criticando un sesgo excesivo en cuestiones económicas, lo que se ha llamado la “Europa del capital”. Estos movimientos en contra me sorprenden porque, en el fondo, el Proceso de Bolonia es una aportación clara a la Europa de los ciudadanos. El objetivo es que realmente exista ese espacio europeo en el que los estudiantes, titulados y profesionales se muevan con más libertad, romper las barreras, y hacernos más fuertes en este contexto global, donde es imposible que un solo país pueda afrontar estos retos globales”. Opina que, además en nuestro país, “las universidades tienen fracaso escolar en muchas titulaciones, eso se cuenta a la hora de rendir cuentas. Aquí hay un fracaso escolar en muchas titulaciones, y la gente abandona porque se da cuenta de que no es lo que esperaba, quizá por falta de información previa o porque realmente la universidad no está cumpliendo con lo prometido. Eso es lo que aborda esta reforma. En España especialmente es necesario este debate para ver qué estamos construyendo, cómo nos financiamos y renovar el compromiso de todos los que estamos en la universidad para hacerlo mejor. El proceso de reforma tenía que haberse abordado en cualquier caso”.
Así, no quiere que nadie olvide de dónde venimos para comprender la necesidad de cambiar. Con objeto de ilustrar el caos que durante años ha habido de carreras y títulos en Europa, y mostrar la necesidad de esta reforma, Guillermo confiesa que les pide a sus estudiantes que “entren en un página web de una universidad europea y me la expliquen, algo que es difícil porque ofrecen sus sistemas y su propia estructura. Con ello, señalo que no se trata de que ahora hagamos las cosas igual, es absurdo y negativo pretenderlo; la diversidad de lenguas y culturas es bueno, pero sí hemos de conseguir entendernos, de tener una estructura común, se llame como se llame en cada país”.
Para el diputado socialista, “hace una década que trabajamos en esto, que nadie se olvide de que el Proceso de Bolonia comenzó en 1999”. El sistema de grados que se va a implantar en España, de tres-cuatro años, responde a esta “estructura común”. En este sentido, para Guillermo “el crédito europeo (cts) es una propuesta muy valiosa para el estudiante, porque pone el foco de atención y nos informa de lo que ha aprendido, trabajado y cuánto esfuerzo ha dedicado. Pone en valor su trabajo, que además es reconocido en todas partes. Es una medida, entonces, que reconoce el trabajo del estudiante y favorece su movilidad”.
Claro que ha habido falta de comunicación y los estudiantes estamos en derecho de ir en contra de cualquier cambio tan importante que -por lo que sea- se ha comunicado mal o directamente no se ha comunicado. No sé quien ha fallado pero se ha fallado y como dije en otro post nosotros nos levantaremos siempre contra la falta de comunicación, aunque solo sea para que esta nos llegue. ¿Y por qué si todos queremos debatir no se debate? No será porque no queremos nosotros