Eran aproximadamente las siete menos diez de la tarde cuando los vecinos de la Plaza de San Crispín han escuchado un gran estruendo. Era el sonido del impacto brutal que recibía un SEAT Ibiza cuando se ha desplomado sobre él parte del tejado de la vivienda que tenía encima, en la calle Pintor Vicente Poveda en esquina con País Valencià. Afortunadamente, no se ha producido ningún daño personal, algo que puede considerarse milagroso, pues es un lugar muy concurrido todas las mañanas, ya que en los bajos del edificio hay una panadería y en esa misma esquina se coloca habitualmente una vendedora de la ONCE.
Tras el susto inicial, y ante gran cantidad de curiosos, la policía ha acordonado rápidamente la zona, y tras apartar el malogrado vehículo, han sido auxiliados por el cuerpo de bomberos en las labores de desescombro y retirada de cascotes. El desprendimiento, bastante importante, ha afectado a todo el volado del tejado del edificio, aunque en parte ha visto detenida su caída por el balcón que había inmediatamente debajo, del que no obstante se ha llevado por delante la barandilla.