El próximo lunes 10 de enero está previsto que se amplíen las obras de revitalización del centro urbano a las calle José Perseguer y Cánovas del Castillo, lo que popularmente se conoce como El Derrocat, junto a la calle Gabriel Payá donde comenzaron hace ahora justo dos meses. Una actuación que supera el millón de euros de inversión en total y que va a suponer la remodelación y revalorización de esta emblemática zona de la población.
Como consecuencia de esta segunda fase de las obras, la calle José Perseguer se cortará al tráfico en su conexión con Leopoldo Pardines. En su lugar y para mantener abiertos al máximo los accesos a establecimientos comerciales y administrativos, así como al Ayuntamiento, cambiará mientras duran las obras el sentido de la circulación de la calle San Bartolomé, que será de subida en lugar de bajada como ahora.
Además, también se podrá acceder a la zona del casco histórico a través de las calles de Leopoldo Pardines y las calles San Vicente y Gabriel Brotóns, por la plaza de d’Alt o por la conexión de la calle La Huerta con la calle La Fuente por el lateral de la iglesia de San Bartolomé. De bajada se mantendrá la calle Constitución.
“Queremos mantener un circuito abierto por la zona del Ayuntamiento, siempre que sea posible, mientras duran las obras”, ha indicado el concejal de Urbanismo, Fernando Portillo, quien ha subrayado que “todos los comercios y demás servicios de la zona van a seguir siendo plenamente accesibles”, recordando que se han ampliado plazas de aparcamiento en el Paseo de la Explanada y en el solar de Luvi, además de los aparcamientos públicos y gratuitos de la calle La Huerta, el puente de Cuatro Vientos y las Escuelas Nacionales Graduadas. “Todas estas zonas de aparcamiento están a dos o tres minutos como máximo de los comercios, las viviendas, los servicios de hostelería, servicios administrativos y del Ayuntamiento por lo que la zona permanece plenamente accesible”, ha resaltado Portillo.