Hace unos días un pequeño grupo del Centro Excursionista de Petrer se dirigió al paraje conocido como la Fuente de los Gamellones, en Fontanares. El paraje se ha librado recientemente de los pavorosos incendios que han afectado la comarca de La Vall d’Albaida, en especial las poblaciones de Bocairent y Ontinyent.
Para acceder al mismo, se utiliza la PR-V52, en cualquiera de sus variantes. En esta ocasión, el grupo se decidió por una aproximación desde la pista que lleva al Albergue de Rita, denominada Senda de la Mellonera, que circula por el fondo de un pequeño barranco. En dicho barranco destaca, además de la vegetación de pinos, la suavidad de la bajada, que la convierte en una senda muy cómoda para recorrer.
Sin embargo, antes de alcanzar el refugio de Castelló (un pequeño edificio de piedra con contrafuertes) se puede coger una senda hacia la llamada Font de la Duenya, un rincón muy agradable con una vegetación compuesta por pinos y cipreses de gran tamaño. En ella el grupo decide hacer un pequeño alto para disfrutar del entorno de la fuente y reponer fuerzas.
El recorrido continúa por una pequeña subida hasta un cortafuegos que sigue una línea de alta tensión, que se deja atrás, metiéndose en una pinada en donde se pueden ver varias cuevas en la parte inferior del sendero. El sendero continua bajando por una zona de matorrales y sorteando varios barrancos, algunos con vegetación abundante hasta llegar a una casa rodeada de varios ejemplares de cipreses de buen tamaño, similares en aspecto a los de la Font de la Duenya y que, en la lejanía y por su forma piramidal, parecen abetos. Es la Casa de los Gamellones, un paraje que esconde una última sorpresa en sus cercanías.
La Fuente de los Gamellones está enclavado en un barranco que delimita una zona que se quemó hace ya unos años. En el fondo del barranco hay una fuente de la que manan dos pequeños nacimientos que forman un bosque que, por sus características, es más propio de los llamados bosques de ribera que se encuentran en los márgenes de algunos ríos. Ese paraje está equipado con una zona de barbacoas, mesas y unos aseos, lo que permite disfrutar de la estancia en dicho lugar sin contaminar o ensuciar. Además permite a los amantes del senderismo o la fotografía de disfrutar de una rareza en una zona, acostumbrada a que en verano –y desgraciadamente hace poco que se produjeron varios- aparezca el “coco” del monte, el pirómano, empeñado en disfrutar quemando a costa de destruir parajes con gran encanto y de peculiaridades únicas.
Llegados ya a este paraje, nada mejor que aprovecharlo para almorzar y charlar distendidamente. La sombra también permite el recuperarse, en verano, del sofocante calor de estas zonas, que pueden plantarse perfectamente en días con poniente, en cuarenta grados, la canícula estival.
El regreso lo realizamos por la llamada Senda dels Enginyers, un sendero que comienza con un paseo entre una pared de roca y el valle que recorrimos en la llegada a la Casa dels Gamellons, el nombre en valenciano de la construcción. Tras cruzar el cortafuegos y una ligera bajada, se llega al refugio de Castelló, mencionado arriba y que es el punto de partida para varias sendas que conforman la PR-V52, aparte de la recorrida desde los Gamellones. Para volver, elegimos el mismo recorrido de ida, acompañados de los mismos parajes que habíamos recorrido en la bajada.
En definitiva, un recorrido ameno y sin complicaciones en las que la distancia del mismo y la Fuente de los Gamellones compensa la falta de emociones fuertes debidas a lo excesivamente redondeado de la sierra. Además, los parajes que recorre carecen de construcciones utilizadas como segundas residencias o carreteras asfaltadas llenas de coches y contaminación, lo que contribuye a que el mismo sea tranquilo y que no hayan vertederos incontrolados en los bordes de los caminos, por desgracia, muy de moda en muchos parajes que supuestamente idílicos.